(Libertad Digital) "Me comprometí a poner fin a las tiranías en el mundo y si esto es ser un político disidente; llevaré con orgullo ser un disidente". Estas fueron las emotivas palabras pronunciadas por el presidente de EEUU, George Bush, en la conferencia internacional en Praga organizada por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, junto con el Instituto de Seguridad de Praga, y el Centro Shalem de Jerusalén. El simposio fue inaugurado el lunes por el ex presidente del Gobierno español y presidente del think tank español, José María Aznar.
Si Aznar, en su parlamento, calificó de "deber moral y estratégico" expandir la democracia; Bush, este martes, lo ha considerado no sólo como "un imperativo moral" sino como "la única forma realista de garantizar la libertad" en nuestras sociedades. El presidente estadounidense ha asegurado que "el papel del mundo libre es presionar a las tiranías en el mundo" para que persistan de su coacción y dejen paso a la libertad y la democracia.
George Bush ha citado a Cuba, Irán, Corea del Norte y Sudán como los ejemplos de regímenes totalitarios, pero también ha hecho mención a aquellas naciones en las que se avanzó en la libertad pero que recientemente los derechos humanos se ven claramente "atacados". Entre ellos, ha señalado a Venezuela, Vietnam y Uzbekistán. "En Venezuela, los líderes elegidos han recurrido a un populismo superficial para desmantelar las instituciones democráticas y fortalecer su control en el poder".
Respecto a Cuba, el presidente estadounidense la ha tachado de "una de las peores dictaduras" y ha lamentado que los ciudadanos se encuentren "desesperados" por la libertad. Por ello ha instado a la comunidad internacional a presionar para que "haya elecciones libres, el derecho a la libre expresión y la libre asociación". Un mensaje que menos de una semana después de la visita de Condoleezza Rice a Madrid cuenta, entre sus destinatarios, al Gobierno de Rodríguez Zapatero.
En este contexto, George Bush ha revelado que le ha ordenado a la jefa de la diplomacia de su país que se ponga en contacto con todos los directores de las embajadas estadounidenses en regímenes autoritarios para que "se reúnan con los activistas pro derechos humanos". "Aquellos que vivien en tiranías deben saber que no son olvidados", ha remachado.
El líder republicano ha repasado el nuevo orden internacional y las nuevas amenazas a las que éste se enfrenta tras los atentados terroristas del 11 de septiembre. En este sentido, ha considerado que "la mejor arma para combatir a los extremistas islámicos no son las armas sino es la libertad".
En suma, Bush ha insistido que "las sociedades comprometidas con la libertad no dan cabida al terrorismo". El actual inquilino de la Casa Blanca ha realizado una especial mención a los disidentes presentes en el acto, pero también a los que no estaban allí reunidos por encontrase "encarcelados". De hecho, ha lamentado la ausencia de Oscar Elías Biscet, opositor a la dictadura castrista que fue arrestado en la primavera negra de 2003 y condenado a veinticinco años de prisión.
Tampoco se ha olvidado de sus familiares a los que ha agradecido su endereza ante la amarga "carga" y ha asegurado que "reza" porque "tengan una liberación inmediata de sus seres queridos".