LD (EFE) En su primer discurso como presidente de Francia tras asumir el cargo en una ceremonia que tuvo lugar en el palacio del Elíseo, Nicolas Sarkozy se marcó, entre otras exigencias, "unir" a sus compatriotas. Además, afirmó que "no tengo derecho a decepcionar a los franceses" y se fijó la "exigencia del cambio", de "romper" con el pasado y de "obtener resultados" para su mandato de cinco años.
El equipo de Sarkozy ha introducido una novedad en la jornada de cambio de poderes. El nuevo presidente rendirá en el bosque de Boulogne, cerca de la localidad de Neuilly de la que fue alcalde y diputado, a 35 jóvenes de la resistencia que fueron asesinados por la Gestapo nazi en agosto de 1944, poco antes de la liberación de París.
Sarkozy, que viajará este mismo miércoles a Berlín para entrevistarse con la canciller alemana y presidenta de turno de la Unión Europea, Angela Merkel, comenzó su discurso con un elogio a los cinco presidentes que le han precedido en la V República, empezando por su fundador, el general Charles de Gaulle.
Del general destacó que había salvado a Francia, de Georges Pompidou y de Valery Giscard d' Estaing subrayó su labor de modernización del país y del socialista François Mitterrand alabó su habilidad para efectuar la transición y preservar las instituciones. Por último, aplaudió la labor de Jacques Chirac, quien hoy le cedió el testigo tras doce años en el poder, a favor de la paz y en defensa de los valores de Francia en el mundo, así como su papel en el despertar de las "consciencias" sobre el "desastre ecológico".
Visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos, Sarkozy pronunció su discurso en uno de los salones de fiestas del Elíseo tras ser proclamado oficialmente presidente de Francia y recibir la Gran Cruz de la Legión de Honor, que no se puso. Además de unos cuatrocientos invitados, estaba su familia en pleno, incluida su mujer Cecilia, que vestía de blanco plateado, y sus tres hijos.
En su discurso, el nuevo presidente iindicó que quiere abrir su Gobierno al centro y a la izquierda porque para "servir a Francia no hay campos" sino solamente "las competencias, las ideas y las convicciones" de aquellos que ponen por delante el interés general. Finalmente, prometió defender "la independencia de Francia y la identidad de Francia" y anunció que "luchará por una Europa que proteja", por la "unión del Mediterráneo", por el "desarrollo de África", por la paz y el desarrollo sostenible.