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"Se van a llevar a un asesino a otro lado pero va a estar en la calle"

La Ley del Menor convertirá este 12 de junio en una fecha negra para la justicia en España. Uno de los asesinos y torturadores de la joven Sandra Palo saldrá a la calle tras cumplir sólo cuatro años en un centro de menores. María del Mar, madre de la víctima, estará allí para mirarle a la cara. "Tengo que estar allí para sacar todo lo que llevo dentro", comenta, destrozada por la injusticia, en Libertad Digital Televisión. El asesino será trasladado a Canarias para cumplir cuatro años más de libertad vigilada. "Se van a llevar a un asesino a otro lado pero va estar en la calle", advierte María del Mar.

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Uno de los asesinos de Sandra, a la calle sólo cuatro años después
La tortura y el asesinato más atroces de la historia penal española
"Es una vergüenza que la sociedad no les pueda ver la cara"
La Ley del Menor convertirá este 12 de junio en una fecha negra para la justicia en España. Uno de los asesinos y torturadores de la joven Sandra Palo saldrá a la calle tras cumplir sólo cuatro años en un centro de menores. María del Mar, madre de la víctima, estará allí para mirarle a la cara. "Tengo que estar allí para sacar todo lo que llevo dentro", comenta, destrozada por la injusticia, en Libertad Digital Televisión. El asesino será trasladado a Canarias para cumplir cuatro años más de libertad vigilada. "Se van a llevar a un asesino a otro lado pero va estar en la calle", advierte María del Mar.
(Libertad Digital) El brutal crimen de Sandra Palo, discapacitada psíquica de 22 años, conmocionó a la sociedad española. El 17 de mayo de 2003 fue violada y torturada hasta la muerte por cuatro individuos. Uno de ellos Rafael García El Pumuki saldrá a la calle este martes, 12 de junio. Se beneficia de la Ley de Responsabilidad del Menor para cumplir sólo cuatro años en un centro de internamiento. El asesino, que ahora tiene 18 años, será trasladado fuera de la península, probablemente a Canarias para cumplir cuatro años de libertad vigilada.
 
María del Mar Bermúdez, madre de Sandra, ha tenido que sumar al dolor por el brutal asesinato de su hija, la humillación de ver como el crimen le salía prácticamente gratis a los asesinos. Con un coraje admirable y sin un solo apoyo institucional lideró una campaña con la que consiguió recoger más de un millón de firmas para que se modificase la Ley del Menor. De nada sirvió.
 
Ahora, a pocas horas de ver en libertad a uno de los asesinos de su hija recuerda en Libertad Digital Televisión que no tiene "ninguna ayuda, de ninguna institución, ni local ni nada". María del Mar cuenta que ha creado una asociación, que está legalizada, pero tiene que recibir a la gente a su casa y ayudarles con sus propios medios.
 
Este martes estará en el centro de menores de Renasco, en la Calle Padre Amigo 5 del barrio madrileño de  Carabanchel para esperar la salida del asesino de su hijo. No quiere que su lucha "caiga en sacio roto". Y advierte que aunque se lo lleven a Canarias "se van a llevar a un asesino a otro lado pero va estar en la calle".
 
Aunque su médico le ha recomendado que no vaya porque es "muy impulsiva" y lleva cuatro años de tratamiento psicológico, María del Mar lo tiene claro: "Yo tengo un reto y tengo que estar allí, conocerle lo conozco, pero tengo que estar allí para sacar todo lo que llevo dentro, a lo mejor no le digo nada pero tengo que estar allí, no podía ser de otro modo".
 
A María del Mar le gustaría sentirse acompañada en ese momento, por eso hace un llamamiento a quienes comparten su causa para estar frente al centro este martes. "No estoy en el derecho de obligar a nadie a estar allí", pero espera el apoyo de "quien lo sienta de corazón". Aunque matiza que no quiere "implicar a nadie" y que sabe que muchos que "no estén, estarán conmigo de corazón".
 
La estancia de los asesinos en el centro de internamiento de menores se aleja mucho, según relata María del Mar, de una condena propia de quienes cometieron esas atrocidades. "Esa gente se hace con los centros, los monitores la mayoría acaban de baja", cuenta María del Mar, que ha seguido durante estos años la condena de estos individuos. Hasta se les regala la ropa y las zapillas de deporte. "Por mucho que me quiera decir Javier Urra, que tienen sus psicólogos, sus sociólogos, lo que sea, pero para mi pasan vacaciones", comenta apesadumbrada María del Mar.
 
El contraste entre este trato a los verdugos y el desamparo de las víctimas es demoledor. "Nuestras vidas han cogido otro rumbo, están totalmente destrozadas, sobretodo yo no llego a recuperarme", cuenta María del Mar. Haciendo grandes esfuerzos para mantener una entereza envidiable: "La tienes 9 meses en el vientre, tiene un accidente muy grave te tiras de diez años recuperando, y luego llegan estas hienas, estos salvajes y te quitan todo teníamos proyectos... te cambia todo, tu vida..."

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