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Los impuestos indirectos desbancarán a los directos en el futuro

Los impuestos indirectos serán los tributos del futuro y se impondrán a los directos, según recoge un estudio sobre la evolución de la imposición indirecta en el mundo realizado por PricewaterhouseCoopers (PwC). En un comunicado, PwC destaca que en la actualidad más de 141 países aplican alguna forma de impuesto sobre el valor añadido, debido, según el informe, a que es "eficiente" desde el punto de vista recaudatorio y a que su "correcta" introducción no dificulta el comercio internacional de bienes y servicios.

Los impuestos indirectos serán los tributos del futuro y se impondrán a los directos, según recoge un estudio sobre la evolución de la imposición indirecta en el mundo realizado por PricewaterhouseCoopers (PwC). En un comunicado, PwC destaca que en la actualidad más de 141 países aplican alguna forma de impuesto sobre el valor añadido, debido, según el informe, a que es "eficiente" desde el punto de vista recaudatorio y a que su "correcta" introducción no dificulta el comercio internacional de bienes y servicios.
LD (EFE) Sin embargo, el estudio alerta de los riesgos de aplicación de la imposición indirecta, ya que "si no se toman medidas correctoras que tengan en cuenta a los colectivos con menos ingresos y a determinados productos básicos, pueden ser regresivos e inflacionistas". Además, advierte del fraude relacionado con el IVA que afecta a a la Unión Europea e insta a este organismo a coordinar mejor su actuación en la prevención del fraude, "que tiene un coste anual superior a los 100.000 millones de euros".

Asimismo, el informe señala que en los últimos años la imposición indirecta se ha convertido en un instrumento de política ambiental, si bien indica que son pocos los países que lo están aplicando y que no han conseguido influir en los consumidores.

El responsable de impuestos indirectos de Landwell-PwC, Alberto Monreal, afirma que el impulso del IVA y de los impuestos especiales se mantendrá, ya que "con la liberalización económica y la globalización, gravar el consumo es una alternativa adecuada, al ser un factor menos deslocalizable y dar lugar a menos dificultades políticas que la imposición directa"

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