(Libertad Digital) La salida de Rafael García El Pumuki del centro de menores El Madroño (Madrid) se ha suspendido, por motivos no aclarados.
La directora de la Agencia de Reeducación del Menor Infractor de la Comunidad de Madrid, Carmen Ballfagón, explicó a los periodistas que esperaban la puesta en libertad de uno de los cuatro asesinos de Sandra Palo que el joven –hoy con 18 años de edad–, "está rehabilitado" y "preparado para salir en libertad", dado que "asume el mal que hizo, su evolución ha sido favorable y ha pedido perdón en numerosas ocasiones", según este alto cargo de la Comunidad de Madrid.
Aun así –indicó Carmen Ballfagón– "no saldrá hoy, ni mañana, ni la próxima semana", remitiendo a lo que diga sobre este asunto el juez de Instrucción número 7 de Madrid, del que depende la situación penal de El Rafita.
Al escuchar el sorprendente diagnóstico de rehabilitación expuesto por la Directora de Reeducación de Menores de la Comunidad de Madrid, la madre de Sandra Palo rompió a llorar.
"No está rehabilitado", diría después, "y aunque lo estuviera, es un salvaje. A mí me han dicho que todos los informes son negativos".
María del Mar Bermúdez, la madre de Sandra Palo, aguardaba a las puertas del centro Vernasco desde las siete y media de la mañana, acompañada por su marido.
Al recibir la noticia de que no saldría este martes, decidió que no se movería hasta conseguir hablar con el juez que sigue la evolución de los tres menores condenados por el secuestro, tortura, violación y asesinato de la joven madrileña de 22 años, el 17 de mayo de 2003. El juez ha accedido a entrevistarse con ella.
El cuarto asesino es el único que era mayor de edad cuando perpetraron el crimen, y actualmente cumple condena de 64 años en la prisión de Granada.
Rafael García, conocido como El Pumuki y El Rafita, es el primero de los cuatro en salir, después de haber pasado cuatro años en un reformatorio.
Próximamente, se espera que vayan saliendo los otros tres asesinos que eran menores de edad aquel 17 de mayo de 2003, favorecidos por el régimen de reeducación previsto en la Ley de Responsabilidad Penal del Menor.