L D (EFE) "Espero que no sea mi último partido", comenzó respondiendo. "Sabemos que nos jugamos la Liga y tenemos sensaciones muy buenas. Necesitamos el apoyo de la afición porque en un partido de fútbol nunca se sabe lo que puede pasar". De la reunión con Ramón Calderón, ni prenda: “No ha sido una reunión tan rápida como se dijo. No fueron cinco minutos sino media hora y se hablaron cosas que quedan entre dos personas”.
Tras los gritos de aficionados madridistas de "Capello quédate" a la llegada del equipo de Zaragoza, el pasado fin de semana, el técnico lo agradeció por ver recompensado su trabajo. "La afición siempre es importante. Si es el pensamiento de la afición estoy contento, valora lo que hemos hecho hasta ahora. Hemos recuperado el espíritu del equipo que prometí cuando llegué", dijo. Y advirtió que hay una excesiva euforia en el madridismo de la que ha intentado abstraer a sus jugadores. "Alrededor de nosotros se ve mucha euforia, hay que tener mucho cuidado y reencontrar la concentración necesaria para afrontar una final".
No será la primera vez que Capello llega al último partido del campeonato jugándose el título. "Todas las veces que llegué al final en esta situación he ganado la Liga. Recuerdo bien una ocasión en Roma que fue muy difícil y tensa". Terminó elogiando al goleador holandés Ruud Van Nistelrooy. "Ha sido un jugador muy importante, confiábamos en el como goleador cuando le fichamos y va a ganar el premio a máximo goleador de la Liga. Ha hecho una gran temporada. Cuando un equipo tiene un jugador con tanto olfato de gol, es un problema para los equipos rivales".