L D (EFE) Dolido por su situación en el equipo y por el trato que ha recibido de la directiva y del entrenador, Saviola no apunta a ningún responsable del club en concreto pero deja patente su malestar: "Cada uno ya sabe cómo se ha comportado durante este tiempo". "No se puede señalar con la mano a nadie, pero me voy con ese sabor amargo de no haber tenido las cosas claras. No han tenido un comportamiento bueno conmigo, pero son cosas de ellos. Actuaron así y ellos sabrán por qué, pero yo me voy con la conciencia tranquila, sabiendo que he intentado hacer las cosas bien acá", explica el argentino, que abandona el Barça después de seis temporadas.
A la hora de apuntar a los responsables de su triste salida del club, Saviola no ofrece nombres, aunque apunta veladamente a la directiva, el entrenador y el director deportivo. "La solución la tienen ellos, habrá que preguntarle a ellos por qué se han portado así, no sé quién es más culpable, pero en el balance de culpa, estaremos todos metidos en el medio", explicaba Saviola en la sala de prensa del Camp Nou, donde también han estado presentes Xavi, Puyol y Jorquera.
Sobre su futuro, el 'Pibito' ha dejado claro que aún no se ha comprometido con ningún equipo y que la próxima semana sabrá dónde jugará, pero insiste en que no cerrará las puertas "a nadie". El sudamericano no se ha pronunciado sobre la posibilidad de fichar por el Real Madrid, pero desliza que decidirá su futuro teniendo en cuenta "mi profesionalidad y lo que me parezca bien a mí", más allá de que su fichaje moleste a la grada barcelonista. "No quisiera hacerle daño a la gente del Barcelona", avisa.
Es precisamente el "cariño" de la afición del Camp Nou uno de los puntos positivos que Saviola extrae de su paso por el Barcelona. "He vivido mucho, he hecho amigos y me voy con enorme agradecimiento a mucha gente. Me quedo con lo bueno, con haber estado en uno de los clubes más importantes del mundo, haber jugado con grandes jugadores y ser reconocido mundialmente gracias al club", destaca. Pese a que sólo durante el mes de enero ha tenido cierto protagonismo, Saviola afirma no arrepentirse de haber tomado la decisión de seguir en el club a comienzos de la temporada. "Siempre dije que quería acabar mi contrato acá, lo pensé bastante y no me arrepiento de nada. Ahora vendrá otra etapa y esperemos que sea mejor".
Sí admitía abiertamente Saviola su malestar por no haber podido despedirse de la afición barcelonista en el penúltimo partido de Liga, ante el Espanyol en el Camp Nou. "Me dolió bastante, tenía la esperanza de despedirme como debía después de seis años. Hubiera sido un buen gesto por parte de la gente", lamenta. En su última comparecencia ante la prensa como jugador del Barcelona, el jugador reconocía que se ha hecho "mil preguntas" sobre las razones que han llevado al club a cederle en dos temporadas consecutivas, al Mónaco y al Sevilla.
Una de sus preguntas tiene que ver con el astronómico contrato que firmó en 2001, bajo la presidencia de Joan Gaspart, uno de los argumentos esgrimidos por la nueva junta para intentar deshacerse de él. "No sé si he sido esclavo del contrato, es una de esas preguntas que me hago, pero habrá que preguntárselo a la gente que se ha comportado conmigo como se comportó porque yo no encuentro respuesta a lo que he vivido", concluyó.
A la hora de apuntar a los responsables de su triste salida del club, Saviola no ofrece nombres, aunque apunta veladamente a la directiva, el entrenador y el director deportivo. "La solución la tienen ellos, habrá que preguntarle a ellos por qué se han portado así, no sé quién es más culpable, pero en el balance de culpa, estaremos todos metidos en el medio", explicaba Saviola en la sala de prensa del Camp Nou, donde también han estado presentes Xavi, Puyol y Jorquera.
Sobre su futuro, el 'Pibito' ha dejado claro que aún no se ha comprometido con ningún equipo y que la próxima semana sabrá dónde jugará, pero insiste en que no cerrará las puertas "a nadie". El sudamericano no se ha pronunciado sobre la posibilidad de fichar por el Real Madrid, pero desliza que decidirá su futuro teniendo en cuenta "mi profesionalidad y lo que me parezca bien a mí", más allá de que su fichaje moleste a la grada barcelonista. "No quisiera hacerle daño a la gente del Barcelona", avisa.
Es precisamente el "cariño" de la afición del Camp Nou uno de los puntos positivos que Saviola extrae de su paso por el Barcelona. "He vivido mucho, he hecho amigos y me voy con enorme agradecimiento a mucha gente. Me quedo con lo bueno, con haber estado en uno de los clubes más importantes del mundo, haber jugado con grandes jugadores y ser reconocido mundialmente gracias al club", destaca. Pese a que sólo durante el mes de enero ha tenido cierto protagonismo, Saviola afirma no arrepentirse de haber tomado la decisión de seguir en el club a comienzos de la temporada. "Siempre dije que quería acabar mi contrato acá, lo pensé bastante y no me arrepiento de nada. Ahora vendrá otra etapa y esperemos que sea mejor".
Sí admitía abiertamente Saviola su malestar por no haber podido despedirse de la afición barcelonista en el penúltimo partido de Liga, ante el Espanyol en el Camp Nou. "Me dolió bastante, tenía la esperanza de despedirme como debía después de seis años. Hubiera sido un buen gesto por parte de la gente", lamenta. En su última comparecencia ante la prensa como jugador del Barcelona, el jugador reconocía que se ha hecho "mil preguntas" sobre las razones que han llevado al club a cederle en dos temporadas consecutivas, al Mónaco y al Sevilla.
Una de sus preguntas tiene que ver con el astronómico contrato que firmó en 2001, bajo la presidencia de Joan Gaspart, uno de los argumentos esgrimidos por la nueva junta para intentar deshacerse de él. "No sé si he sido esclavo del contrato, es una de esas preguntas que me hago, pero habrá que preguntárselo a la gente que se ha comportado conmigo como se comportó porque yo no encuentro respuesta a lo que he vivido", concluyó.