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Juan Manuel Rodríguez

Análisis de una “noticia” de Wayne Rooney

Analicemos la noticia que aparecía publicada el pasado sábado: “El delantero del Everton, Wayne Rooney, admitió no tener noticias del supuesto interés del Real Madrid por hacerse con sus servicios de cara a la próxima temporada”. Vayamos paso por paso. Redactado así, –“Rooney admitió no tener noticias...”–, la primera sensación que tengo es que algún colega inglés debió hacerle, más o menos, la siguiente pregunta: “¿Es cierto, señor Rooney, que usted no tiene ni idea de un presunto interés por parte del Real Madrid?”… A lo que el jugador del Everton debió responder “lo admito, no tengo ninguna noticia”. Y yo me hago la siguiente pregunta: si el periodista ya sabía que Rooney no sabía nada… ¿A santo de qué preguntarle a él? Y aún más: ¿Dónde está en ese caso concreto la noticia?

Por otro lado, la “noticia” sigue diciendo lo siguiente: “… admitió no tener noticias del supuesto interés del Real Madrid…” O sea que si Rooney hubiera afirmado tener noticias sobre algo, lo habría hecho en cualquiera de los casos de un insignificante “supuesto interés”… ¿Supuesto por parte de quién? ¿Quién y cómo puede suponer alguien el interés del Real Madrid por hacerse con los servicios de un futbolista como Wayne Rooney? Si el Real Madrid tiene interés por fichar a Rooney será porque dicho interés existe realmente. Lo menos que se puede exigir es que un periodista deportivo haya llamado a Jorge Valdano y éste le haya respondido “sí, nos interesa ese jugador”. Si el interés es “supuesto” es que alguien (lo mejor es que nunca se sabe quién) sólo ha imaginado que Rooney podría presuntamente interesarle al Real Madrid. Yo no veo a Valdano diciendo “supongo que Rooney nos interesa”… ¿Cómo que “supongo”? ¿Interesa o no interesa? El titular de la “noticia” dice lo siguiente: “Wayne Rooney: No tengo noticias del Madrid”. Y digo yo: si el futbolista no tiene noticias de un presunto interés… ¿Puede alguien explicarme, por favor, dónde está la noticia?

Dentro de poco alcanzaremos junio, el mes de las “no noticias” deportivas. Y ahí entrarán en juego las amistades peligrosas que existan entre intermediarios y periodistas, y las que tengan a su vez unos cuantos de éstos con algunos futbolistas. Mil nombres en “negrita” para acabar adivinando tan sólo uno, porque es de eso de lo que se trata: pura adivinación, una simple presunción. Cien quinielas para seguir alimentando un mercado de miles de millones de euros que fagocita apellidos ilustres como el de Wayne Rooney. Pero… ¿noticias? Pocas, muy pocas; para qué nos vamos a engañar.


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