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Paco Pavón activó el otro día en la ciudad deportiva lo que a mí me pareció una "bomba de relojería". Preguntado sobre el Real Sociedad-Atlético de Madrid de la última jornada, el joven defensa madridista dijo que él no pondría "la mano en el fuego" por el equipo rojiblanco. Esa fue la frase exacta que empleó: "la mano en el fuego". Luego Aguilera y Javi Moreno coincidieron al señalar que ellos preferían que el Real Madrid no fuera campeón de Liga, lo que quizás justificaba en cierto sentido lo afirmado antes por el citado Pavón.

Si la Liga de Fútbol Profesional hubiera decidido manipular el final del campeonato para darle más morbo no lo habría hecho mejor. Nadie contaba con la Real Sociedad cuando se conoció el calendario de la temporada 2002-2003. De hecho, el equipo donostiarra había salvado in extremis una situación complicadísima, eludiendo el descenso de milagro. Pero la Real opta al título y su último e intrascendente (el 1 de agosto del año pasado) partido contra el Atlético de Madrid se ha convertido en fundamental... ¡El Atlético de Madrid! El azar ha querido otorgarle a los rojiblancos un premio doble en el año de su centenario: si no pueden con el Real por las buenas el 15 de junio, tendrían la opción de hacerlo por las malas en Anoeta. Porque, además de todo, resulta que el equipo de Luis no se juega absolutamente nada una vez olvidada la clasificación para la Copa de la UEFA.

He tratado de defender la honorabilidad profesional de los jugadores del Atlético de Madrid y resulta que mis argumentos los ha tirado por el suelo un socio colchonero: "sí señor, para nosotros no existiría una alegría mayor que impedir que el Madrid ganara la Liga, ese sería un placer de dioses" (o sea, el mayor placer para Neptuno que es el dios del Atleti). Luego deduzco que los madridistas harían bien en confiar todas sus posibilidades al Celta –que este sí que se juega la Champions– si es que el Real es capaz de vencer en el estadio Vicente Calderón, que esa es otra bien distinta.

El Atlético, que ha sido incapaz de lograr nada por sí mismo, puede salvar su temporada impidiendo que el Real Madrid gane la Liga. Siempre se ha hablado del "pacto vasco" suscrito entre Athlétic Club de Bilbao y Real Sociedad. Si uno de los dos necesitaba ayuda siempre acababa recibiéndola por unos u otros motivos. Aquí no hay ni pacto, ni eje ni "niño muerto". Aquí lo que hay es un "cainismo" que dura cien años, justo los mismos que cumple ahora el juez de la Liga y que saborean muy despacito todos los "colchoneros".


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