Jorge Fernández es guapo. Fue “mister” y ahora es actor y presentador de un concurso inocente. Uno de esos “quiz shows” que se inventaron en los Estados Unidos cuando la te-levisión era una recién nacida y que, desde entonces, no falta en las parrillas de las cadenas llamadas generalistas. Se trata de “La quinta esfera” y se emite en Telecinco.
Este concurso diario ha cubierto sus dos primeras semanas con cierta holgura en la mecánica, pero con una incógnita respecto a su futuro, emparedado como está entre el aluvión de testimonios chocantes de “El diario de Patricia”, “A tu lado” y similares y la crónica social de “Gente”. El objeti-vo de Telecinco, como el de cualquier cadena, es intentar afianzar una fórmula que le funciona a la competencia para robarle un bocado de la audiencia. En este caso lo tiene di-fícil, porque enfrente tiene a Silvia Jato, uno de los pocos valores estables de Antena 3.
Silvia tiene en su haber, no sólo la resistencia y un domi-nio del escenario notable, sino haber conseguido desbancar con “Pasapalabra” en su momento a Carlos Sobera, al que to-davía el público recuerda con la ceja levantada esperando el veredicto de la respuesta. Jorge Fernández quiere heredar el éxito de Sobera con “50 x 15 ¿Quiere usted ser millonario?”. De hecho, imita algunos de sus silencios intrigantes y habi-ta en un plató galáctico de esos que se inventan los encar-gados de fabricar escenografías tan delirantes como las del festival de Eurovisión. Todo para envolver un sistema de preguntas y respuestas más simple que el parchís.
Sin embargo, cómo estará la tele en su conjunto para que su-ponga un respiro comprobar que todavía hay gente que quiere ganarse unos duros mostrando su nivel de cultura general. “La quinta esfera”, en la que igual te encuentras concursan-do a un informático de Huelva, que a una opositora a juez de Barcelona, es un pequeño ejercicio de recuerdo de conoci-mientos geográficos, lingüísticos o históricos. Un juego inocente y hasta educativo bien llevado, aunque puede que tenga un recorrido tan corto como “El legado”, el concurso presentado por el canario Roberto Kamphoff que no resistió más de quince días en Telecinco.
Es posible que a Jorge Fernández le den un poco más de mar-gen, para ver si se asienta, pero no lo va a tener fácil. A pesar de su soltura y buena presencia, “Pasapalabra”, con sus famosos invitados y el dominio de la escena de Silvia Jato, tiene todas las de ganar. Jorge va a aprovechar el hueco que ha dejado “El rival más débil”, que consiguió aguantar en TVE unos cuantos meses, pero es dudoso que pueda consolidarse como una alternativa moralmente respetable en el horario vespertino.
El tiempo de “Saber y ganar” o las destrezas míticas de “Un millón para el mejor” ya pasó. Ahora lo que nos toca es ver si un grupo de famosos prefabricados se machaca a insultos por un puñado de euros.
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