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EDITORIAL

Temiendo otro varapalo, otra huida hacia adelante

Todavía no repuesto del indisimulable fracaso de Zapatero en el Debate sobre el Estado de la Nación, el Partido Socialista ha tenido que hacer frente a una supuesta filtración —todavía no confirmada—de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid habría rechazado su querella contra los desertores Tamayo y Saez, los constructores Bravo y Vázquez y el secretario regional del PP en Madrid, Ricardo Romero de Tejada.

Ya señalábamos en su día que la querella presentada por los socialistas jurídicamente era una autentica chapuza y, políticamente, un claro intento de eludir las responsabilidades internas de la Federación Socialista Madrileña para tratar, por el contrario, de contaminar al Partido Popular. Fue tal la premura con la que los socialistas quisieron hacer uso de la vía judicial para poner en marcha el ventilador que cometieron errores de bulto entre los que se incluían hasta confusiones de artículos y textos legales.

Aunque tras el informe publicado en Libertad Digital, los socialistas corrieron a presentar al día siguiente un texto corregido, la querella seguía adoleciendo de enormes errores de fondo, alguno tan fundamental como era la evidente falta de pruebas o incluso de meros indicios que respaldaran tales imputaciones.

La noticia dada por la SER de que los magistrados del TSJM ya habrían decidido —por tres votos contra uno— rechazar la querella —a pesar del desmentido de las fuentes del propio Tribunal— podría tener por objetivo cuestionar la probidad de estos magistrados de los que no se puede esperar —desde el punto de vista jurídico— otra cosa que la decisión de no admitirla a trámite.

Por ahí ha ido la reacción de los portavoces del PSOE que se han negado a dar por cierta la noticia y han optado por advertir de la “gravísima responsabilidad” en la que incurrirían esos jueces si hubieran hecho filtraciones, algo que —según los portavoces— “no tiene precedente”.

La jugada es clara: Si los magistrados hacen lo esperado por todos y deciden no admitir la querella socialista a trámite confirmarían la supuesta filtración de la SER que ya adelantaba esa noticia. El PSOE echaría así sobre ellos la sombra de la sospecha denunciando una falta de probidad a la hora de mantener el secreto de las deliberaciones que necesariamente también cuestionaría la honradez profesional de estos magistrados a la hora de decidir la no admisión a trámite de la querella.

¿Qué se necesita para toda esta hipotética jugada? O bien, un magistrado que filtre la noticia de que ha quedado en minoría apoyando la querella, o en su defecto, un medio de comunicación que se invente la noticia de que los magistrados ya han decidido rechazar la querella. Lo que verdaderamente “no tendría precedente” es que el PSOE no contara con una de las dos cosas. O con ambas.

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