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El fumeque del ínclito Leblanc ha eclipsado unas desafortunadas declaraciones de Alfredo di Stéfano –presidente de honor del Real Madrid– quien, interrogado por un periodista de Antena 3 Televisión sobre lo sucedido con Del Bosque, dijo lo siguiente: "Mi padre también era muy buena persona pero no podía entrenar al Real Madrid". Di Stéfano se alinea así con la errática e incomprensible postura mantenida por el club en este caso, lo cual me entristece profundamente porque un mito del fútbol mundial como él tendría que estar hace mucho tiempo por encima del miedo a posibles represalias. Prefiero creer que Di Stéfano no piensa lo que realmente dijo porque admiro al gran futbolista que fue y esa (la de que no piense de verdad lo que afirmó en la televisión) es para él la lectura menos negativa.

Si nos ponemos a reflexionar seriamente sobre lo dicho por Alfredo di Stéfano entramos en una dinámica peligrosa. ¿Así que si Del Bosque hubiera sido una persona perversa sí habría podido continuar en el club? ¿Es su bondad lo que le echa del banquillo del Real Madrid? El ejemplo de Di Stéfano resulta humillante para Del Bosque ya que, al hablar de su padre, ningunea a un entrenador profesional de fútbol. Parece como si Lorenzo Sanz y Florentino Pérez hubieran cogido al primero que pasaba por la calle para ofrecerle entrenar al Real Madrid. "¿Tú estas libre?... Pues tú mismo, hala". Resulta además que esa buena persona ganó dos Copas de Europa, dos Ligas, una Copa Intercontinental y una Supercopa de Europa.

Pareciera como si el movimiento físico tuviera que ver con el carácter. Así, por ejemplo, David Vidal, que no para quieto en el banquillo, sería el entrenador con más carácter del mundo y, al contrario, Del Bosque no tendría el más mínimo carácter y los futbolistas harían lo que quisieran con él. Pero es curioso porque, que yo recuerde, para Vicente del Bosque sólo ha habido seis futbolistas intocables desde que llegó al banquillo del Real Madrid: Hierro, Raúl, Roberto Carlos, Zidane, Figo y Ronaldo. Al resto (incluidos Casillas y Morientes) les ha tocado el vinagre de la suplencia. Y eso que, dicen quienes les conocen, Morientes es el "hermano del alma" de Raúl.

Y el caso es que Carlos Queiroz no parece una mala persona. ¿Entonces? Menudo negocio ha hecho el Real Madrid contratando a otro buen hombre pero que no cuenta ni con la mitad del historial profesional de Vicente del Bosque. El carácter se demuestra en la vida cuando te vienen mal dadas, y Del Bosque ha demostrado tenerlo duro y firme.

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