A pesar de las críticas por el poco crecimiento en el apartado publicitario, la compañía con sede en Sunnyvalley (California) ha mostrado su resistencia en otros capítulos. Así, trimestre a trimestre, gana peso el acuerdo que firmó, ahora hace un año, con Overture. Gracias a la alianza, cada vez que un internauta pincha en alguno de los anuncios de Overture, le está dando dinero a la empresa de Terry Semel. Hace un año Yahoo! obtuvo por este concepto 135 millones de dólares, mientras que en este segundo trimestre alcanza ya los 219.
Queda claro que el buen criterio para alcanzar acuerdos con otras compañías es una de las claves para convertir al portal estadounidense en el líder de los negocios on line. Otra alianza que aporta buenos réditos es la suscrita con SBC Communications, por la cual Yahoo! se ha convertido también en un proveedor de acceso a la Red. Sus 3,5 millones de suscriptores han aportado unos ingresos de 70 millones de dólares, un 43 por ciento más que en el mismo ejercicio del año anterior.
Lo sucedido este trimestre con el portal (crecimiento de los beneficios y de los ingresos, pero críticas por su escaso crecimiento en el apartado de la publicidad) deja bien a las claras que Yahoo! ya entra en los parámetros que miden a las empresas tradicionales. No se le perdona un mínimo fallo, y los analistas no dan saltos de alegría porque, sólo por ser una puntocom, haya sido capaz de obtener beneficios. Eso ya se da por hecho. Simplemente, Yahoo! esta siendo víctima de su propio éxito.
Sólo en este sentido puede entenderse que la reacción de la Bolsa tras su cierre estuviera plagada de altibajos. La revalorización de 19 centavos al cierre de los mercados, hasta los 35,29 dólares por título (su nivel más alto desde febrero de 2001), contrastó con la caída del 6,5 por ciento en los mercados fuera de hora. Una cifra que, no está más recordarlo, no hubieran previsto ni los expertos más resabiados hace sólo un año.
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