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Juan Manuel Rodríguez

Figo y Beckham, patrimonio del club

Quizás el fichaje de Beckham por el Real Madrid agilizara la contratación de Carlos Queiroz como nuevo entrenador del equipo. Quién sabe. En cualquier caso no resultó baladí el hecho de que Florentino Pérez y Jorge Valdano llamaran a capítulo a Luis Figo para preguntarle por el técnico portugués. En el club hablan de Figo como del "hombre del presidente", muy por encima de Raúl o cualquier otro jugador de la primera plantilla. Puede que incluso por encima del propio Valdano. Tendría sentido que así fuera porque Figo ayudó a Florentino a ganar a Lorenzo Sanz en las urnas. Cuando el presidente del Real Madrid le preguntó a Joaquín Maroto cómo podría asegurarse la victoria, Maroto dijo "¡hombre, contratando a Figo!". "De acuerdo", dijo Florentino, "hagámoslo". No me extrañaría nada que el famoso "día de autos", Florentino convocara a Figo a aquella reunión para decirle también que la llegada de Beckham no debería quitarle ni un minuto de sueño. ¿Qué mejor forma de demostrarselo que fichando a Carlos Queiroz?

El caso es que el entrenador portugués parece haber resuelto con habilidad la gran cuestión de esta temporada. Cuando le preguntaron "¿jugarán juntos Beckham y Figo?", Queiroz respondió "tienen que jugar juntos". Al desplazar a su compatriota a la banda izquierda, (donde ha jugado con Portugal pero que no es, definitivamente, la suya "natural") Queiroz está reconociendo implícitamente que Figo es un futbolista más completo que Beckham. Probablemente el entrenador le haya entrado por ahí a Figo y le haya pedido un pequeño "sacrificio" en el primer año de Beckham con el Real Madrid. Luis sabe mejor que nadie lo difícil que puede ser adaptarse a un club tan grande. Además la posibilidad, que también se barajó, de emplear a Beckham como medio centro, no convencía realmente a nadie.

De forma que deberemos acostumbrarnos a ver a Figo por la izquierda y a Beckham por la banda de Figo (y también la suya), es decir, por la banda derecha. Tendremos que esperar un tiempo prudencial para comprobar si es una decisión forzada por la premura de tiempo o un sistema táctico que se perpetuará durante toda la temporada. La única gran verdad de todo esto es la que dijo aquel día Queiroz: Figo y Beckham tienen que jugar juntos. El portugués no querrá que Florentino le llame a su despacho como un día hizo Ramón Mendoza con Leo Beenhakker después que éste prescindiera un día de Emilio Butragueño. "Ha jugado usted con el patrimonio del club", le dijo. Butragueño no volvió a ser suplente jamás.


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