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EDITORIAL

"Ahora toca"... esperar tres días

El anuncio de Mariano Rajoy este viernes de que Aznar revelará el lunes el nombre de su sucesor como candidato del PP en las próximas elecciones generales no deja de ser una nueva muestra de la afición del todavía presidente del Gobierno por las sorpresas y por cierta teatralidad a la hora de revelar sus secretos. Esto de utilizar la rueda de prensa del Consejo de Ministros para anunciar una noticia largo tiempo esperada, pero que en realidad no se concreta sino que se pospone dos o tres días, no deja de ser un juego algo pueril en el que, junto a la sorpresa de saber que no se va a esperar a otoño para conocer el nombre del sucesor, se une la espera del fin de semana para conocer, por fin, de quién se trata. Si el funcionamiento democrático interno del PP ha sido criticado por la oposición y varios medios de comunicación por el excesivo personalismo de Aznar a la hora de decir quién y cuándo le sucederá al frente del partido, esta última pirueta teatral también podría suscitar merecidas críticas.

Sin embargo, la escenificación del anuncio a cargo de un Rajoy que últimamente abusa de su sorna gallega conlleva igualmente un aspecto de astucia si tenemos presente que este fin de semana se celebra en Santillana del Mar el Consejo Territorial del PSOE. Si este ya se va a iniciar a dos días del anuncio del retraso en las aspiraciones electorales de los socialistas en el sondeo del CIS —que también hace público el Gobierno con cierta discrecionalidad—, la noticia del nombre del sucesor de Aznar eclipsará el lunes todos los ecos de la cumbre socialista.

Junto al deseo de hacer luz de gas al principal partido de la oposición, también puede haber influido la necesaria salida de Piqué del Gobierno para afrontar su candidatura a la presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones catalanas. Aunque fuese en un solo cargo, afrontar una remodelación del Gobierno sin que Aznar desvelara el nombre de su sucesor sería estirar demasiado la cuerda y los nervios de los diferentes participantes en la carrera sucesoria.

Este pequeño adelanto en la sucesión, por otra parte, tampoco supone que Aznar haya incumplido la medición de sus tiempos políticos, cuya fidelidad a los mismos también constituye un rasgo marcado de su personalidad.

En cualquier caso, el lunes nos tocara saber qué ministro —o ex ministro— será el próximo candidato del PP, ya que no designarlo entre los cuatro o cinco nombres de los que la prensa ya ha barajado sería llevar demasiado lejos, por parte de Aznar, su digital voluntad y su afán por las sorpresas.

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