Menú
Juan Manuel Rodríguez

La táctica del huracán "Isabel"

Hay quien asegura, desde el rencor personal y el desconocimiento profesional, que los defensores de Vicente del Bosque tendríamos que arrugarnos "como pasas al sol" después de la exhibición del Real Madrid ante el Olympique de Marsella. Los dos o tres tarambanas que no comulgaban con el bueno de Vicente sí que debieron realizar un disciplinado ejercicio de ceguera total para negarle el pan y la sal al ex entrenador del Madrid. Aquellos que desean transformarnos a los demás en pasas se agarrarían a cualquiera que sustituyera a Del Bosque, fuera este el que fuera, para tratar de hacerle daño. ¿Carlos Queiroz?... pues Carlos Queiroz.

¿Hay quien pueda cuestionar la calidad de los futbolistas del Real Madrid? El equipo blanco pasó por encima del Olympique cual huracán "Isabel". Florentino Pérez prometió en su día que en el estadio Santiago Bernabéu jugarían los mejores futbolistas del mundo y cumplió punto por punto con su palabra (por cierto: recuerdo que alguno de esos "inventores" que cantan ahora las excelencias de este fútbol se atrevieron a decir –y escribir, y además con su propio nombre– que ¡Zidane ralentizaría al resto de compañeros!...) En el Real Madrid juegan siete de los mejores futbolistas del mundo, a saber: Casillas, Roberto Carlos, Zidane, Raúl, Ronaldo, Figo y Beckham. Si tres de esos jugadores tienen su día, el Madrid es imparable; si están inspirados los siete, como diría Clemente, el Real te manda directamente al cementerio. Ese fue el caso del 4-2 del martes.

Hablemos de "sistemas" y de "esquemas". ¿Cómo jugó el Real Madrid el otro día?... Roberto Carlos con libertad absoluta por la banda izquierda, y por allí cayendo circunstancialmente Zidane o Ronaldo. Figo por la derecha. Beckham ocupó la posición de Makelele y Raúl, como siempre, arrancando desde atrás. Ronaldo arriba. Atrás, Pavón y Bravo. ¿Esto les recuerda a algo? El Real Madrid jugó como solía hacerlo con Del Bosque, salvo por la anecdótica presencia de Bravo en el centro de la defensa. Queiroz no fue ni más valiente (sacó a Guti al campo cuando el partido ya estaba resuelto) ni más cobarde que su antecesor. Tuvo las mismas virtudes e idénticos errores. Es más, Queiroz supo rectificar aquella "boutade" de colocar a Figo por la izquierda. ¿Existe otra forma lógica de encajar al mismo tiempo a todos esos "cracks"? Del Bosque pensaba que no. Y parece que Queiroz ha llegado ya a la misma conclusión. ¿Necesita muchas tácticas el huracán "Isabel"?


En Deportes

    0
    comentarios