Menú
Germán Yanke

Ojos limpios de odio

Perdón por la expresión pero lo peor después de cagarla es decir que son flores. Julio Medem, reputado director de cine, se sintió molesto porque durante la campaña electoral de mayo de 2001 se atacaba al nacionalismo vasco, que parece ser el suyo y decidió que había que hacer algo. Ese algo es la cagada, la película “La pelota vasca” en la que quiere analizar “el conflicto” vasco con las voces de unos y otros. Son muchos los que no quisieron participar, a la vista del planteamiento, y no sólo líderes políticos principales, sino también concejales del PP y PSOE. Quienes mostraron mejor voluntad, como Iñaki Ezkerra y Gotzone Mora, piden ahora que les quiten del bodrio, que no están dispuestos a que su imagen aparezca en una cinta al servicio del nacionalismo vasco del que Medem se siente tan sentimentalmente próximo. Si el cineasta tiene la más mínima dignidad, lo haría, pero parece que no ha demostrado hasta ahora mucha sensibilidad con las víctimas del terror que es lo que son los dos intelectuales citados…

Independientemente de la cagada, tres anotaciones. La primera es la imbecilidad de colocarse en una especie de tribuna virtuosa ante lo que pasa en el País Vasco, que es la quintaesencia del terror fascista, y plantear el trabajo como una suma de voces. Quizá Medem, si hubiera elegido como tema de su película el exterminio de judíos llevado a cabo por Hitler, se habría buscado una víctima para, a continuación, decirle que espere un momento, que aquí todo el mundo tiene derecho a hablar y cada cual su punto de razón y que vamos a tratar por igual al nazi. Quizá lo habría hecho, la verdad. La segunda es la cursilada, propia de los disimulos fascistas, de contarnos, tras cagarla, que mira todo, y hasta lo que hace, con ojos limpios. Añadir el sarcasmo me parece ya insoportable. Y la tercera, ¿quién financia “La Pelota vasca”? Lo que yo quiero saber es quién financia la película. A ver si me echan una mano y lo averiguamos.

En Opinión