Este miércoles se presentó en la Fundación Hispano Cubana el periódico electrónico elcorreodecuba.com. Sin subvenciones, sin anunciantes, y sin ningún tipo de cobertura publicitaria, Saúl García Fresquet y María Portela han logrado consolidar un medio que es ya un lugar de encuentro de miles de personas que se interesan por la actualidad de Cuba y de su exilio. A la mayoría de los cubanos que escaparon de la tiranía les interesa lo que se escribe sobre su país. Leyendo todo tipo de noticias y artículos se sienten un poco más cerca de su tierra.
Ningún exilio ha alcanzado tan alto grado de lealtad y de sacrificio. Sin embargo, en muy pocas ocasiones se les ha brindado a las víctimas de Castro la oportunidad de contar su historia. Incluso hoy, después de 44 años de brutalidad, no se les ofrece más que buenas palabras. Aunque siempre son de agradecer, las frases de apoyo ayudan poco cuando te torturan en una celda tapiada y dudas que puedas ver amanecer mañana.
¿De qué les sirve que les digan que cuando muera su verdugo la tiranía morirá con él? Castro acaba de cumplir 77 años, ¿quién puede asegurar que no llegará a los noventa? ¿Por qué todos se empeñan en decirles que deben esperar un poco más? ¿Quién les asegura que va a ser poco? Las cien mil personas que se mueren en las cárceles de Cuba no se consolarán porque un mandatario español les hable del “día después”. ¿Después de qué? ¿Después de que hayan muerto antes que sus carceleros?
En el Correo de Cuba pueden leerse varios testimonios que se han escrito en las más de doscientas cárceles de la Isla. Aunque sólo fuera por esto, la existencia de este medio estaría sobradamente justificada.
Es verdad que a los cubanos no les ha servido de mucho denunciar los crímenes de sus verdugos, pero, al menos, gracias a Internet, han podido recordar y sentirse un poco más acompañados. Si siempre es de celebrar el nacimiento de un periódico, lo es mucho más cuando nace para pedir auxilio y enfrentarse a un gobierno que les persigue incluso muy lejos de su país. Los de El Correo nos contaron que desde Cuba les bombardean con decenas de virus. Hasta el momento han logrado neutralizarlos, pero no cuentan con medios que les permitan asegurar que va a ser siempre así. No obstante, incluso sin ningún tipo de remuneración económica, y robándoles muchas horas diarias al sueño y al esparcimiento, María Portela y Saúl García Frasquet, tienen intención de mantenerse en la red. Únicamente Castro y sus cómplices se alegrarían de que no lo lograran.
Por fortuna, es sólo un tópico que todos los cubanos dediquen su tiempo libre a bailar salsa. Los hay que están comprometidos con la libertad y no se conforman con esperar a que se pare el reloj biológico del coma-andante. La “Plataforma Cuba Democracia Ya” convoca a los madrileños a manifestarse frente a la embajada de Castro en Madrid. La cita es este sábado 27 de septiembre, a las 11 de la mañana, y en el número 194 del Paseo de La Habana.
Isabel Allende cerrará a cal y canto el edificio, pero eso no impedirá que pueda escuchar algún grito que le recuerde que el gobierno que representa esclaviza a once millones de cubanos y tortura en sus cárceles a más de cien mil. No entendemos la presencia de una Embajada de La Habana en nuestro país, pero, mientras exista, siempre habrá un grupo pequeño de cubanos que cada pocos meses se acercarán hasta allí para intentar que los españoles no se olviden de su suerte.
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