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Julia Escobar

Ellos, los de izquierdas

Admiten que Esperanza Aguirre es mucho mejor candidata y que Simancas es impresentable, pero dicen que le votarán, aunque luego tengan que vomitar, porque hay que acabar con el PP pues son peores que el último franquismo. Dicen que han acabado con la enseñanza aunque no niegan la responsabilidad del PSOE en el invento. Dicen que el PP ha devuelto todo el poder a la Iglesia católica para acabar con la enseñanza laica y que si los colegios religiosos se han hecho mixtos es para engañar a los incautos. Dicen que han creado una Universidad franquista (la Juan Carlos I) para oponerla a la Carlos III, progresista y democrática. Dicen que el pacto con los americanos ha sacado a España de la Vieja Europa (Francia y Alemania), que no es tan vieja, a no ser que se refieran a la de las guerras de religión, la guillotina, el antisemitismo y los campos de exterminio. Dicen que los judíos todo lo pueden en los Estados Unidos y que España ha firmado un pacto con el Diablo (perdón, con Dios) para acabar con el Islam, aunque luego añaden que el Islam es muy digno de desaparecer del catálogo de religiones homologadas.
 
Dicen que Francia no debe nada a los americanos y que éstos no desembarcaron en Normandía para liberarlos, sino porque pasaban por ahí en su camino a Alemania. Dicen que el PP quiere eliminar el impuesto de sucesiones para favorecer a la aristocracia y a la plutocracia, aunque saben perfectamente que serían los únicos capaces de pagar tal impuesto sin grandes mermas, no como cada hijo de vecino, que tiene que vender su magra herencia para pagarlo. Dicen que Ruiz Gallardón es legionario de Cristo y por eso ha cooptado a Ana Botella para el Ayuntamiento de Madrid, dicen que dicen que dicen que dicen. ¿Y quién lo dice? Pues un puñado de profesionales y de triunfadores bien pagados, que, según su propio razonamiento y a fuer de ricos, disfrutarían ampliamente de todas esas ventajas que según ellos va a implantar el PP. ¿Por qué lo hacen? Supongo que impulsados por algo más fuerte que la razón, que surge de lo más profundo de las mazmorras de su juventud y de su infancia y les mantiene encastillados en lo más alto de sus ya nada espaciosos palacios de invierno. ¿O es que no han leído ustedes a Dostoievski?

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