Menú
Ignacio Villa

Otra vez, la oveja negra

Menudo día para Alberto Ruiz Gallardón. Por una vez, sin buscarlo, ni quererlo el actual Alcalde de Madrid se ha convertido en el centro de atención, en el protagonista principal de la Convención que el Partido Popular ha celebrado en Madrid. Por la mañana Rodrigo Rato, por la tarde Javier Arenas. Los dos han dado un claro toque de atención a Gallardón por su decisión de subir los impuestos en la capital de España. Rato y Arenas, sinuosos y diplomáticos, no han mencionado al alcalde madrileño; pero los dos han utilizado su artillería más pesada. Una coincidencia, no lo duden, bien pactada y bien dirigida desde la dirección del Partido Popular. Y es que Gallardón sigue empeñado en ir por libre, lo suyo es llamar la atención y no parece dispuesto a corregirse.
 
Por una parte, el vicepresidente primero del Gobierno le ha puesto el ejemplo que más le puede doler al edil madrileño. Le ha recordado la gestión de Álvarez del Manzano, que ha sido capaz de "hacer más con menos"; dicho de otra forma: se puede gestionar una administración pública, pero sin endeudarse al máximo obligatoriamente. Rodrigo Rato además ha sido muy claro: él como máximo responsable de la política económica del PP, no ha subido los impuestos en ocho años. Y por si había alguna duda, remate:"no por gastar mucho dinero, los ciudadanos están de acuerdo con la gestión política". Pues por si esto no era suficiente, el vicepresidente segundo del Ejecutivo, utilizando la ironía andaluza que dice sin decir, ha vuelto sobre la cuestión. Javier Arenas pedía a Gallardón –sin mencionar su nombre– que para ayudar a ganar las elecciones generales al PP, los alcaldes deben ofrezcan ideas y programas, y si no los tienen, que "por lo menos no se equivoquen". Más claro el agua.
 
Y es que, no hay duda, Ruiz Gallardón se ha vuelto a equivocar. Insiste en ser un verso suelto en un partido cuyos miembros, con todos sus defectos, son conscientes de que deben cerrar filas. Todos lo saben, menos "Alberto, que es superior a sus fuerzas no estar a su bola". En el Partido Popular ha sentado muy mal el anuncio del Alcalde madrileño, por eso sorprendió que la pasada semana el presidente del Gobierno actuara como un "gallego de nacimiento" a la hora de no corregir en público a Gallardón Ahora ha tenido que salir todo el equipo pesado de PP a advertir al Alcalde de Madrid que con fuego no se puede jugar. Y es que la capital de España es un auténtico granero de voto popular. En unas Generales, esta subida de impuestos puede tener repercusiones electorales negativas, y eso en la calle Génova lo saben. Pero Gallardón a lo suyo. Tanta ambición no puede ser buena. En el PP vuelven a tener a la "oveja negra" en danza. Y vuelve a ser un auténtico peligro.

En Opinión