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Germán Yanke

Espectáculo bochornoso

Es penoso tener que soportar el bochornoso espectáculo del Parlamento vasco. La institución que debería ser la representación de todos los vascos se ha convertido en la cámara de los horrores democráticos: se legisla para la exclusión de los no nacionalistas, se protege a los criminales adscritos a una banda terrorista, se vulnera la separación de poderes y se incumplen las sentencias judiciales y, ahora, se escenifica con apariencia leguleya, que no democrática, el plan totalitario del nacionalismo vasco. A estas alturas, debería estar curado de espanto, pero no puedo desquitarme esta maldita sensación de agresión y estafa.

 
La coalición nacional-comunista (o comunonacionalista) pretende tramitar el proyecto de Ibarretxe de manera no contemplada en el Reglamento de la cámara, decisión que, más que esperpéntica, es un sarcasmo, ya que no quiso disolver el grupo de Batasuna porque una decisión de esa naturaleza no estaba contemplada en el citado texto. No hay ley que valga cuando nacionalistas e Izquierda Unida pretenden perpetrar un atentado a las libertades de dimensiones desconocidas en la historia reciente de la Unión Europea. Si se ciscan en la Constitución, no se van a detener ante el Reglamento del Parlamento. Si quieren la imposición de una dictadura, no se van a poner a contemplar las cuitas formales de la oposición.
 
Si esa es la agresión, no es tampoco plato de buen gusto la estafa. Es hora ya de que Partido Popular y el PSOE establezcan una estrategia conjunta. Si no la quieren para sus propuestas, que allá los socialistas, es urgente exigírsela para la defensa de nuestros derechos. La cuestión que está en juego no es un tema formal, si el plan es o no un proyecto de ley, etc., sino el núcleo de las libertades. Pretender establecer diferencias de proyectos en esta materia es una insensatez. El PP puede actuar en solitario, pero no sin tratar antes de hacerlo en entendimiento con el PSOE. El PSOE puede suicidarse si quiere, pero no a costa de España, por lo que debe buscar igualmente ese entendimiento. Esto también cansa, la verdad.
 

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