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Amando de Miguel

La construcción lingüística

El idioma consiste en palabras que se concatenan. La gracia está en hacer que los enlaces sean los justos. La Gramática no puede anticipar todos los casos. Queda siempre un reducto para el gusto personal. Por ejemplo, me advierte José Manuel Moreno González que si se puede decir “más bueno”. Aduce que así se lo ha oído a Federico Jiménez Losantos. Hombre, Federico es un clásico vivo, aunque también se debe advertir que el lenguaje de la radio en directo permite ciertas familiaridades con el idioma. Qué duda cabe que el comparativo de “bueno” es “mejor”, no “más bueno”. Pero cabe la licencia de esa forma infantil. Es evidente que esa señora que acaba de pasar a mí me parece que “está más buena que el pan”. Perdería su gracia si mi comentario un tanto libidinoso fuera que la señora en cuestión “está mejor que el pan”. Me quedo con el vulgarismo. Como acepto el regionalismo “más mejor” si se sabe emplear con salero.
 
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