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Amando de Miguel

La maldición de Babel

 Siento que el asunto de las lenguas genere tanta controversia y esté tan cargada de sentimiento, pero así es. Los “emilios” sobre el particular son insistentes y larguísimos. Apenas me da espacio para algunas réplicas que puedan tener un mayor interés general.
 
Carlos Tubert, de Barcelona, vuelve sobre la pesadísima polémica de si hay que decir “castellano” o “español”. Ya el primer Diccionario de nuestra lengua común (en la que nos podemos entender todos los españoles) se titula “de la lengua castellana o española”. Era coetáneo del Quijote. El amigo Tubert sostiene: “Cuando usted se refiere como español al idioma castellano, elípticamente está diciendo que el gallego, el vascuence y el catalán, además de sus respectivos dialectos, no son idiomas españoles”. Pues no señor, nada de eso. Primero, lo de “elípticamente” quizá quiera decir “implícitamente”, pero tampoco me vale. De forma explícita, todos los aducidos son idiomas, y todos ellos más antiguos que el castellano. A ese último lo puedo llamar español con toda tranquilidad porque es el único en que nos podemos entender (o no entender) los españoles. Por otra parte, es como se llama por el mundo adelante, y no pasa nada.
 
Luis Roca me envía un estupendo artículo sobre los usos lingüísticos en la Cataluña actual. Por ejemplo, el habitatge, por no tener que recurrir a palabras más parecidas a “casa” o “vivienda”. Desde luego ─añado yo─ “habitatge” no viene en el Pompeu Fabra. Mi comunicante registra el hecho de que en la Cataluña actual nos nuevos usos coloquiales del catalán se pegan cada vez más al castellano. Por ejemplo, la expresión “en pilotes” en lugar de la más castiza “de pèl a pèl”. Perdón por interrumpir, pero “en pelotas” no es buen castellano, pues nada tiene que ver con las pelotas o testículos. Estar desnudo, en buen castellano coloquial, es estar “en pelota”, es decir, en cuero visto. Hay mil cosas más en el artículo de Roca; sugiero que lo publique, tan bueno es.
 “Valzeta”, de Valencia, me consulta el uso valenciano de “mosatros” en lugar de “nosoltres”. Supongo que es un uso coloquial. No me figuro a Joan Fuster diciendo (y menos, escribiendo) “Mosatros, els valencians”). La cosa no tiene mayor importancia.
 
Alex Serrano se queja (uno más) del abuso de vocablos catalanes en medio de una parrafada en castellano: estatut, president, parlament, etc. Mi opinión es que ese abuso va en detrimento del catalán. También protesta mi comunicante de que en la parla corriente se asocie “republicano” con “izquierdista”. No tienen por qué ser equivalentes; quizá solo en Cataluña, siempre tan distinta.
 

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