El centro de TVE en Cataluña ha aumentado la producción de programas, algunos de los cuales se emiten en todo el territorio español. No es habitual que la televisión pública tenga un incremento de la producción propia, pero sí es un síntoma de algo que podemos percibir los telespectadores de toda España, como es la presencia cada vez mayor de Cataluña, sus productoras y profesionales en las televisiones generalistas.
“La noche abierta” de Pedro Ruiz, que se graba en Sant Cugat, ya ha anunciado en una entrevista con Julia Otero que piensa invitar esta semana a Carod-Rovira para destacar su faceta humana. Pedro disfruta y da lecciones desde una posición privilegiada por no tener que rendir demasiadas cuentas sobre los índices de audiencia de un programa que no pasará a la historia de la pequeña pantalla.
Telecinco, que tiene en “Gestmusic” la gallina de los huevos de oro con “Crónicas marcianas” y el imbatible Sardá, ya ha anunciado que serán Manel Fuentes y Carolina Ferré los que darán las campanadas esta Nochevieja desde el edificio del Forum 2004, ese invento para mantener la rueda de los grandes eventos en Barcelona y exprimir a las grandes empresas e instituciones. El año pasado la cadena también echó mano de una catalana, Mercedes Milá, para dar la campanada. Este la seguimos teniendo en “Gran Hermano”, en manos de la productora “Zeppelin”, que también cubre de gloria la programación de Telecinco y Antena 3.
En Cataluña se formaron algunos de los nombres más sonados que transitan por la pequeña pantalla: Constantino Romero, Isabel Gemio, José Luis Parada, Jesús Mariñas, Angels Barceló o Carlos Ferrando. En los informativos de TVE siempre han abundado los corresponsales catalanes en todos los continentes y ahora Josep Puigbó presenta los telediarios del fin de semana.
Recientemente los de “El terrat”, productora con su origen en Reus que ha suministrado programas de ficción y magazines durante muchos años en TV3, la televisión autonómica catalana, ha estrenado en Antena 3 “Homo zapping” y no hace tanto tiempo probó fortuna fuera de Cataluña con “Moncloa ¿Dígame?”. Entonces se dijo que el humor catalán no acababa de cuajar en el resto de España. Algo había de eso y también de que los productos están menos trabajados.