Menú
Daniel Rodríguez Herrera

No arreglaré tu ordenador

Hay algunas profesiones que cierran negocios en los lugares más insospechados. Algunos son tan comunes que se institucionalizan. Las comidas de negocios, por ejemplo. O la venta de imitaciones de perfumes que las farmacéuticas realizan durante sus estancias en las peluquerías.
 
Pero hay otros casos más sufridos. Somos muchos los que ofrecemos nuestros servicios sin pago alguno, pues parece que las amistades consideran que se lo debemos. Porque no pensamos que a un médico le pueda resultar desagradable que le comentemos nuestros dolores en donde la espalda pierde su casto nombre durante una cena con amigos. O que un economista pueda estar hasta la nariz de que todo el mundo que conoce, aunque no hayan pasado más de dos minutos desde que el feliz encuentro tuvo lugar, le pregunte por las inversiones más atractivas.
 
Los informáticos llevamos sufriendo el síndrome del "tengo un amigo" desde que los ordenadores personales empezaron a inundar los hogares españoles. No sé si se han fijado, pero prácticamente todo el mundo tiene un amigo o familiar informático, ya sea por profesión o por afición. Es la persona a la que llaman cuando se bloquea el Windows, el equipo no se enciende o, simplemente, no todo está como siempre.
 
Hace poco recibí un mensaje electrónico con un manifiesto. "No. No volveré a arreglar tu ordenador. Llama al servicio técnico, que para eso está". Y en decir esto sin que quede mal estamos. Piedad.
 
Daniel Rodríguez Herrera es editor de Programación en castellano.
0
comentarios