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Ricardo Medina Macías

Sadam Husein atrapado

Que el abominable tirano de Irak esté prisionero y no muerto es una magnífica noticia. Sabe mucho y tendrá que hablar. Sus primeras palabras fueron en inglés y dijo que quería negociar. Husein fue atrapado en una aldea distante 15 kilómetros de su ciudad natal, Tikrit.
 
El hecho es que el repugnante matón de Irak fue atrapado, vivo, siete meses después de que terminara oficialmente la guerra.
 
Fue a las ocho y media de la noche del sábado 6 de diciembre, cuando un comando de la cuarta división de infantería y de las fuerzas especiales de Estados Unidos destacadas en Irak encontró a un barbudo y desaliñado Husein escondido en el fondo de un hoyo, de unos dos metros de profundidad, cuidadosamente cavado en el piso de una choza de barro. El otrora dictador iraquí tenía en su escondite dos fusiles AK-47, una pistola, numerosa munición y $750,000 dólares en billetes de cien.
 
Los periodistas iraquíes que escucharon la noticia de parte del general Ricardo Sánchez, jefe militar de las fuerzas estadounidenses en Irak, reaccionaron con expresiones de júbilo. En Kirkuk, al norte de Irak, zona kurda, la noticia fue festejada con gritos de alegría y disparos al aire en las calles.
 
Cuando se considera la larga cadena de crímenes de Husein, así como el terror que seguía provocando en la mayoría de la población iraquí al permanecer libre y activo promoviendo acciones terroristas, se comprende el júbilo general que causó la noticia de su captura. Husein tendrá que ser juzgado por tribunales iraquíes y sin duda saldrán a la luz miles de cuentas pendientes: asesinatos cobardes, crueles torturas, matanzas de kurdos y de opositores, así como de simples hombres y mujeres que incomodaron al sátrapa.
 
Pero antes de ello, las fuerzas aliadas en Irak deberán sacarle a Sadam Husein información crucial para la seguridad de millones de personas en casi todo el mundo. Entre otros muchos asuntos de los cuales Sadam Husein sabe pelos y señales, están los siguientes:
  • Contactos con Al-Qaeda y Ben Laden.
  • Relaciones con el terrorismo palestino, argelino, filipino, pakistaní, indonesio, vasco, colombiano, chechenio.
  • Relaciones del tirano iraquí con Fidel Castro, Chávez, Kadafi, Arafat y otros personajes más o menos afines.
  • Estructura de mando de los llamados fedayines de Sadam que han sembrado el terror en Irak, mediante comandos suicidas, atentados, bombas en edificios estratégicos (lo que los tontos útiles a Sadam en los medios de comunicación llaman, de forma estúpida, “resistencia”).
Por otra parte, habrá que ver desde hoy mismo cómo reciben la noticia de la captura de Sadam Husein los pacifistas bobalicones que le hicieron el juego durante estos últimos meses. Puede apostarse que de inmediato difundirán sinuosas versiones para defender a su amiguete en desgracia.
 
Así es la naturaleza humana. Hasta el más despreciable de los asesinos, llámese Hitler, Stalin, Mao, Castro o Husein, siempre encuentra tontos útiles que -contra todas las evidencias- insisten en venerarlos como héroes.
 
© AIPE
 
Ricardo Medina Macíases analista político mexicano.

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