Menú
En "Blandir la espada" (Editorial Destino), Richard Cohen, cinco veces campeón nacional de esgrima de Inglaterra y miembro del equipo olímpico británico entre los años 1972 y 1984, ofrece un documentadísimo repaso a la historia de la espada desde Egipto hasta nuestros días. Al llegar al capítulo "Donde la espada es el alma", Cohen cita a Robert Baldick cuando éste -en referencia a los duelos entre samurais- escribe lo siguiente: "No había padrinos pues se consideraba inconcebible que un caballero pudiese cometer algún acto contrario al honor mientras se estaba batiendo en un duelo". Viene esto a colación porque a Jorge Valdano le preguntan en el diario Marca por las críticas que ha recibido Carlos Queiroz (la pregunta es capciosa y se la pone "a huevo" como diría un castizo: "¿No cree que ha recibido críticas injustas?") y el director general deportivo del Real Madrid responde lo siguiente: "Queiroz no tiene padrinos dentro del periodismo".
 
Y todo ello me conduce a un par o tres de reflexiones.
 
La primera es que Valdano, dentro de lo que él mismo califica como "actividad devoradora del día a día", no ha tenido tiempo de leer a Cohen. Es una pena, debería trabajar menos. La segunda me repatea un poco las tripas porque Valdano sigue considerando implícitamente la actividad periodística como básicamente deshonrosa y en la que a uno le hacen falta un par de "padrinos" o guardaespaldas para que las críticas cambien milagrosamente de rumbo en el último minuto. La tercera tiene que ver con aquello que en su día dijo Sigmund Freud de que "a veces un plátano es sólo eso, un plátano". Valdano no considera ni siquiera la posibilidad de que, aunque sólo sea "a veces", quienes critican a Queiroz lo hagan con argumentos (los suyos) sólidos.
 
Yo jamás me atreveré a pensar ni siquiera remotamente que a Jorge Valdano le hicieran falta algunos "padrinos" para llegar al puesto que actualmente ocupa, ¿cómo podría?... En sus desplantes a los periodistas críticos (o sea, a los periodistas), Valdano corrobora que, aunque a veces un plátano es sólo un plátano, otras veces no es así. Recuerdo perfectamente a Valdano moviendo fichas magnéticas en una inmensa pizarra, analizando en Telemadrid las tácticas de otros entrenadores. De ahí dio el salto al Tenerife, y de ahí al Real Madrid y de ahí... A Jorge Alberto Valdano le inventó precisamente el "periodismo" y no parece que le haya ido mal. Cría ahijados desagradecidos...

En Deportes

    0
    comentarios