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Reconozco que al enterarme de que Daniel García Lara, conocido futbolísticamente como "Dani", había denunciado al Barcelona por mobbing (acoso psicológico en el trabajo) he sufrido un conflicto interno importante. ¿Qué hacer? ¿Pasar la noticia por alto y escribir sobre la goleada del Real Madrid o las mil cantadas del Mono Burgos en el Sánchez Pizjuán de Sevilla o entrar de lleno en la cuestión –que es lo que realmente me pedía el cuerpo–corriendo el serio riesgo de parecer poco respetuoso e incluso insensible hacia los problemas del delantero catalán, o quizás un pelín demagógico? He reflexionado y, finalmente, he decidido correr el riesgo y darle una alegría al cuerpo. Para eso estamos.
 
Lo primero que deduzco es que existen varios tipos de mobbing. Está el mobbing del bancario, oficinista o camarero que gana mil euros al mes y que tiene que aguantar a diario a un jefe lamentable que le hace la vida imposible, y luego está el mobbing del futbolista. Ese es el que sufre Dani, el mobbing del futbolista. ¿Saben en qué consiste?... Pues por ejemplo en no dejarle entrenar con el resto de compañeros, obligarle a pagar una entrada si quiere presenciar el partido del Camp Nou (¡ohhh!), o retirarle el pase de aparcamiento (¡ahhh!). Según eso, los cien mil socios del Barcelona podrían denunciar por lo mismo a Joan Laporta.
 
El problema del Barcelona con Dani es sólo uno: Frank Rijkaard le dijo al club que no contaba con él. Se habló de que el futbolista interesaba al Valencia pero al final (casi seguro que por un tema económico) no se llegó a un acuerdo. Pero, a día de hoy, Dani, a quien han retirado el pase de jugador, sigue cobrando su nómina todos los meses. El dice que le ampara la Ley del Deporte y hará muy bien en defender sus derechos hasta el final, pero ¿esto es mobbing?...
 
Podría parecer que ha sido sólo Rijkaard quien no ha contado con Dani. Falso. Desde que llegó en la temporada 1999-2000, Dani ha jugado sólo cincuenta partidos de Liga, la mayor parte de ellos (veintisiete) en su primer año como barcelonista. En la temporada 2000-2001 jugó catorce, y en las dos siguientes uno y ocho respectivamente. Desde agosto no ha vuelto a jugar con el Barcelona. En los tres últimos años ha jugado en veintitrés ocasiones, siendo titular únicamente en siete. Desde la temporada 2000-2001 ha marcado un gol. Y por el banquillo del Barcelona han pasado entrenadores tan dispares como Van Gaal, Rexach, Serra Ferrer o Antic. Ninguno pareció confiar en él. Si yo fuera Dani, llegaría a la conclusión de que sencillamente no cuentan conmigo. Ocurre que a lo mejor el Valencia no está dispuesto a sostener una ficha millonaria como la de Dani y el futbolista prefiere cobrar a jugar. Es lícito. Al Barcelona no le queda otra sin embargo que apechugar con lo firmado, pero... ¿es mobbing lo que sufre Dani? En cualquier caso será mobbing de futbolista, un mobbing galáctico".

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