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Víctor Llano

Berzosa junto a Isabelita y a Llamazares

El pasado jueves asistimos a un espectáculo vergonzoso. Casi clandestino. Y es que la embajadora de Castro en España procura que no se anuncien los actos en los que participa. Teme que las muchas víctimas de la tiranía comunista que viven en Madrid asistan y le recuerden los crímenes del régimen que representa. En cualquier caso, junto a Carlos Berzosa, Rector de la Universidad Complutense, Gaspar Llamazares, Jaime Ballesteros, presidente de OSPAAL, un engendro incalificable que dice organizar la solidaridad con los pueblos de América y, en presencia de los embajadores de Siria y Venezuela, los amigos del coma-andante se sirvieron de la figura de José Martí para atacar al gobierno español y justificar lo injustificable.
 
Entre todos los que nos reunimos frente al número 10 de la calle Desengaño de Madrid -edificio en que por muy poco tiempo vivió el poeta cubano- no llegamos a 30 personas. Muchas de ellas prostitutas que todos los días recorren esa acera en busca de clientes. Una bandera cubana -sucia y arrugada- presidió un  acto bochornoso, triste y absurdo.  No queremos herir su sensibilidad. No vamos a detenernos en los discursos que allí escuchamos. No obstante, al finalizar el acto el señor Berzosa nos contestó a algunas preguntas. Les aseguro que como antiguo estudiante de la Universidad Complutense he tenido que sufrir a rectores que cuando menos podemos calificar de pintorescos. Sin embargo, nunca imaginamos que un personaje como el que nos ocupa pudiera responder a nuestras preguntas de la manera que lo hizo. En un principio, pensamos en comentar sus respuestas después de entrecomillarlas, pero tras volver a oír lo que nos dijo, creemos que es mejor reproducir casi íntegramente la breve entrevista. Juzguen ustedes.
 
Pregunta.- ¿Señor Rector, qué hubiera sido de José Martí si hubiera vivido en tiempos de Fidel Castro?
Respuesta.- Es muy difícil contestar esa pregunta. No se pueden hacer trasplantes de la historia... de una manera o de otra... Realmente no lo sé. No sé. No es fácil transplantar el pasado al presente.
 
P.- ¿Usted cree que sería disidente como...
R.- Es posible. José Martí era un hombre inconformista. Hubiese hecho la revolución, posiblemente le hubiesen  gustado muchas cosas como ha dicho la embajadora. Y seguramente otras no.
 
P.- ¿Qué juicio le merece la tiranía castrista?
R.- Hombre, yo creo que... yo estoy en contra de todas las tiranías, estoy a favor...
 
P.- ¿Considera el régimen de Castro una tiranía?
R.- Considero que es un régimen autoritario. ¿No? Estoy a favor de que haya libertad, de que haya democracia y de que haya respeto a los derechos de los hombres siempre; en todo caso y lugar. Me parece muy bien que haya igualdad económica y social, pero creo que también el respeto a los ciudadanos pasa por respetar sus libertades.
 
P.- ¿Usted cree que en Cuba hay igualdad económica y social?
R.- Hay bastante. No digo que haya del todo porque nunca se logra; hay preferencias, hay privilegios, hay ciertas desigualdades, pero mucho menores que las que existen en cualquier otro país del tercer mundo.  Incluso menores que las que se sufren en los países ricos de Occidente.
 
P.- Usted ha estado allí.
R.- Sí.
 
P.- ¿Y le consta lo que nos ha dicho?
R- Me consta. Según los datos que tengo de desarrollo humano, Cuba, dentro de su nivel económico que es bajo, tiene unos indicadores sociales muy superiores a los de la mayor parte de los países de su entorno y de su nivel económico y social.
 
P.- ¿Qué juicio le merece la inversión española en Cuba?
R.- Bien... Bien... Yo creo que España debe colaborar con Cuba. Con la que nos unen muchos lazos históricos. Por tanto me parece muy bien que España invierta allí y que ayude a Cuba en todo lo posible.
 
P.- ¿Usted sabe que los trabajadores que contratan las empresas mixtas en Cuba no tienen ningún derecho sindical y perciben su salario en pesos- al cambio 9 dólares- mientras Castro se queda con las divisas que por el esfuerzo del trabajador le paga el empresario español?
R.- Lo sé...
 
P.- ¿A usted eso le parece bien? ¿Eso es lo que usted califica de desarrollo humano y de buenos indicadores sociales?
R.- No. Eso no me parece bien. Creo que debe mejorarse el nivel económico de los trabajadores cubanos; pero también es cierto que tienen una serie de garantías importantes de empleo... Tienen...  asegurada la comida... la salud... la educación... En la mayor parte del tercer mundo no lo tienen.
 
P.- ¿Ha visto la foto que aparece hoy en muchos periódicos y en la que se ve a varios cubanos que intentan escapar de Fidel Castro en un coche que han convertido en barco? Si como usted dice en Cuba están aseguradas la comida, la educación y la salud, ¿qué les llevó a dos millones de cubanos a dejar su país? ¿Qué grado de masoquismo han alcanzado para desde hace 45 años arriesgar la vida intentando huir  del régimen que según usted les garantiza tantas cosas?
R.- Siempre hay gente que huye. Yo le he hablado de datos que constato objetivamente.
 
P.- Por último. ¿No cree que ya que ha aceptado la invitación para acudir a este acto junto a la embajadora de Cuba en España -usted, como Rector de la Universidad Complutense- tendría que haber recordado el sufrimiento de los centenares de activistas de derechos humanos que Castro tortura en las más de doscientas cáceles que ha construido?. Usted ha aplaudido con entusiasmo el discurso de Isabel Allende, incluso le ha reprochado que hasta ahora no haya visitado su rectorado; sin embargo, no ha hecho mención alguna de los disidentes que ha encarcelado el régimen que ella representa. ¿No cree que ha perdido una gran oportunidad de acordarse de Raúl Rivero, Martha Beatriz Roque, Óscar Elías Bicet y tantos otros que se mueren en las mazmorras de Fidel Castro?
R.- No. Yo he venido a hablar de José Martí y he hablado de José Martí que es a lo que he venido.
 
P.- Pero hombre... ¿no cree que hubiera sido un buen momento...
R.- No... Yo soy una persona que no tengo que demostrar nada. He sido una persona que ha luchado contra la dictadura en el franquismo; soy una persona que me considero de izquierdas, una persona que está a favor de la libertad y de la democracia y en contra de las tiranías y los autoritarismos. No tengo nada que demostrar. He hablado de José Martí que es a lo que venido aquí.
 
P.-¿De veras  no se arrepiente de no haber recordado...
R.- No me arrepiento. No.
 
En fin... Ustedes juzgarán. Tenemos que terminar. Además, ¿qué podríamos comentar de lo que nos ha dicho el señor Rector? Una persona que “está a favor de la libertad y de la democracia y en contra de las tiranías y de los autoritarismos”. ¡Válgame Dios! ¡Y a mí que me parecían pintorescos los rectores que conocí en la Complu! 

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