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Federico Jiménez Losantos

La manía derechista de implorar el pacto con CiU

Durán i Lleida, que lleva años acariciando la idea de ser ministro en Madrid, “aunque sea de Marina”, se ha apresurado a soltarle una coz en el belfo a Rajoy después de que éste ofreciera por enésima vez la entrada en el Gobierno de CiU “aunque obtenga la mayoría absoluta”. No sé la de veces que Aznar hizo el ridículo intentando eso mismo, pero por lo visto la derecha política española no aprende la lección. Pujol despreció todas las ofertas de Aznar y estos mindundis que lo han sucedido se han apresurado a hacer lo mismo con Rajoy. ¿A qué se debe este atavismo masoquista? ¿Qué clase de virus idiotizante se adueña de las meninges derechistas para caer una y otra vez en ese error, que degrada al que se ofrece y engalla al que rechaza? ¿Nunca aprenderán la lección?
 
Porque la lección no puede ser más evidente: Convergencia apoya al Gobierno de Madrid cuando le conviene y le da lo mismo que sea del PSOE o del PP, liberal o socialista, decente o corrupto. Para Pujol y para sus sucesores la única legitimidad estriba en diferenciarse de España y en oponerse a Madrid. ¿O de dónde cree Rajoy que salen los votos de Rovireche? Pues de las escuelas y universidades de Pujol, naturalmente. El PP ha estado apoyando a CiU en el parlamento de Cataluña a cambio de nada, ni siquiera de alquilarles un lidercito democristiano, que si pudieran lo regalarían. Pues nada, erre que erre. En Madrid a humillarse y en Barcelona a engreírse. Qué bochorno. Qué enfermedad. Qué estupidez.
 
A Mari Complejines, o sea, a la derecha española en su patológico sentimiento de inferioridad, siempre hay un vendedor de alfombras que le cuenta lo conveniente que es para una imagen “centrista” mostrarse dispuesto a lo que sea con tal de pactar con CiU. En privado te dicen que es una forma de atraer el voto convergente al PP en las generales. Y todavía hay quien paga por tan brillante consejo, que es perfectamente reversible Lo único que consiguirían con eso es que muchos sigan votando a Convergencia sabiendo que el PP estará siempre dispuesto a lo que sea con tal de tener su apoyo, así que, ¿para qué cambiar el voto?
 
Cuando a Pujol le convino pactar con el PP, lo hizo, y además en el 96, cuando el PP era el de Vidal Quadras. A cambio, se cobró su liquidación, que ha sido un error histórico cuyas consecuencias se ven ahora. Y si Mas lo necesita, no digamos Durán, volverá a hacerlo. Pero ofrecerles incondicionalmente la entrada en el Gobierno a los mismos que van a ver a Cox para que reciba a los amigos de la ETA, que son el principal blanco de los ataques del PP, es un insulto a la inteligencia y la sensibilidad de los votantes. Eso, por no preguntar qué estaría dispuesto a conceder Rajoy a CiU a cambio de su entrada en el Gobierno. ¿Liquidar la Constitución? ¿Cambiar el Estatuto de Autonomía por el de Independencia? ¿Subir las multas a quienes no rotulan en catalán? ¿Decapitar a Piqué? ¿Cómo es posible que Rajoy insista en el mismo error de Aznar? ¿Cómo es posible que Mari Complejines, o sea, la derecha española, siga siendo tan rematadamente idiota?
 

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