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Martín Higueras

¿Un lobby aprista en España?

Desde hace algunos meses, en plena crisis, políticos y analistas peruanos vienen planteando la posibilidad de que en el Perú se declare la vacancia de la presidencia. Esto podría ocurrir si disminuyeran los apoyos al gobierno de Toledo, cuya popularidad ha llegado a bajar hasta el 7 por ciento.
 
Esta irresponsable idea, que daría un golpe letal a una democracia que acaba de ser recuperada y que aún se muestra frágil, ha sido propuesta por los mismos que en muchos casos apoyaron la dictadura o se limitaron a callar. Al plantear esta peligrosa alternativa se empieza a barajar nombres de posibles candidatos. En todas las quinielas aparece Alan García, ex mandatario que dejó al Perú en ruinas en 1990 y que ahora se ve con la autoridad moral de dar consejos. La campaña parece haber empezado ya y no sólo dentro del Perú.
 
Aunque es improbable que al grueso de los lectores españoles le interese la situación política en el Perú, el diario El País se ha ocupado reiteradamente del asunto y parece que ya empieza a perfilar a García como su candidato favorito, quién sabe si por su declarada amistad con Felipe González y su afinidad con el PSOE. El pasado viernes 20 de febrero, El País publicó una entrevista al líder aprista en la que se limita a hacer preguntas que dan pie a una dura crítica contra Toledo mientras que las relacionadas con su desastrosa etapa como presidente pasan bastante desapercibidas. En una de sus respuestas, García declara que "cada uno tiene que saber para qué oficio está preparado y no invadir aquellos para los que no ese está capacitado". García se refiere a Toledo claro, pero no es tan complicado hacerse varias preguntas: ¿Pero qué hace García ahí entonces? ¿Está capacitado a ser presidente después de dejar al Perú en la miseria total? ¿Pensó lo mismo García cuando decidió apoyar abiertamente a Fujimori para que derrotase a Vargas Llosa en 1990?
 
Pocos días después de esta entrevista, el martes 24 de febrero, el mismo diario decidió dedicar su editorial a la situación peruana. Afirma que "es muy improbable que Toledo, en el filo de la navaja, sobreviva hasta el final de su mandato, en 2006. El Gobierno que acaba de formarse para intentar atajar la enésima crisis tiene un tufo continuista, pese al carácter técnico de media docena de sus miembros. Todo sugiere que al primer mandatario peruano (...) se le ha acabado el de achacar a la 'mafia fujimontesinista' todos los males de su sufrido país".
 
No se debe dejar de recordar algunos datos. La inflación acumulada que se registró durante los cinco años de Gobierno aprista fue de 2.178.482 por ciento, mientras que la inflación anual rozó el 10.000 por ciento. Con este par de datos cabe preguntarse si García está capacitado para volver a presentarse. Si fuera consecuente con sus palabras dejaría paso a los que de verdad están capacitados.
 
García parece querer imitar a su amigo Carlos Andrés Pérez en Venezuela. Tras ser presidente entre 1974-1979, Pérez esperó dos mandatos (Luis Herrera Camping y Jaime Lusinchi) para volver a ganar las elecciones de 1989, con los resultados desastrosos que todos conocemos. García ha esperado también el paso de dos presidentes (aunque tres mandatos) y ahora se siente casi ganador para el 2006. Pero parece que no quiere esperar tanto y para eso ya ha empezado a recoger apoyos incluso fuera del Perú.

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