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Víctor Llano

Anguita, la novia de Castro y los negros

Más que indignación, vergüenza ajena nos producen las últimas declaraciones de Julio Anguita. ¿Cómo un hombre que ha perdido hace muy poco tiempo a un hijo puede calificar de “error” los últimos fusilamientos de Fidel Castro? Para el comunista cordobés, su admirado Comandante se “equivocó” cuando asesinó a tres jóvenes negros que, sin causar daño alguno, intentaron escapar de la Isla de los cien mil presos y las doscientas cárceles. Él no los hubiera fusilado. Para dar un “escarmiento” únicamente les habría condenado a “trabajos forzados”. Por desgracia, Anguita es sólo uno más. Es cierto que esta vez se ha pasado de frenada, pero ha dicho lo que gran parte de la izquierda española quisiera decir y no se atreve. A veces tienen que disimular, pero consideran que si tal vez Castro sea un asesino, al menos es un asesino de los de ellos. Sólo les pesa que en ocasiones resulte tan políticamente incorrecto y les deje en evidencia. Hay que sentir un enorme desprecio por el sufrimiento ajeno para justificar lo que ha justificado el ex líder de Izquierda Unida. Tiene la poca vergüenza de afirmar que Cuba es el único país del mundo en donde un negro es igual a un blanco. Él sabe que no es así. No por casualidad los últimos asesinados conocidos eran negros. La inmensa mayoría de los cien mil presos también lo son. Hasta el propio régimen reconoció no hace mucho que son muy pocos los negros que ocupan cargos de responsabilidad en Cuba.
 
Tal vez Anguita esté hecho polvo. Le sobran motivos. Y lo sentimos. Pero sus declaraciones son propias de un tipo sin escrúpulos. De un vulgar desalmado que simpatiza con verdugos. Lástima que su dolor no le haya servido para compadecerse de las tres madres negras que vieron como Castro asesinaba a sus hijos sólo por intentar escapar de él. En cualquier caso, no vamos a detenernos en todos los disparates que ha dicho. No merece la pena. De nada sirve hacer leña del árbol caído. Sin embargo, entre tanto despropósito y maldad hay algo que nos ha llamado la atención. Anguita recuerda en sus declaraciones cómo hace años pudo comprobar la enorme admiración que Juan Luis Cebrián sentía por Fidel Castro. Coincidieron los tres en Nicaragua. Según el comunista cordobés, el hombre fuerte del imperio de Polanco acompañaba al tirano y parecía “una novia arrebatada de amor por él”. Quizás ésta sea la única verdad que ha dicho. Ya conocemos otra de las novias del coma-andante. ¿Qué pensará de esta revelación Carlos Carnicero? En lo de novia no vamos a entrar de momento, pero para arrebatos de amor por Castro, los suyos. Esperemos que los celos no le hagan perder la cabeza y despedirse de la tertulia de Gemma Nierga. ¿Se imaginan ustedes a Cebrián y Carnicero vestidos de novia y tirándose de los pelos por el amor de Esteban Dido? El coma-andante ha de elegir con urgencia. Está demasiado mayor para un trío.  

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