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Qué bien juega al fútbol el equipo que entrena Silvio Berlusconi, qué maravilla. El presidente italiano confesó el otro día que era él quien realmente confeccionaba las alineaciones desde hace muchos años, y Carlo Ancelotti, uno de los componentes de la brillante "clase media" de aquel equipo histórico en el que destacaron por encima del resto Van Basten y Gullit, no abrió el pico para replicarle. Pues eso; qué bien juega al fútbol el equipo que entrena Berlusconi, qué auténtica delicia.
 
Ancelotti dijo la víspera que un empate a cero en San Siro tampoco sería malo para el Milán y aquello olió equivocadamente a miedo en el banquillo de al lado. Por eso cuando el "rifle" Pandiani adelantó en el marcador al Deportivo de La Coruña, Milán en pleno quedó expectante. La "bestia" se desperezó bruscamente y, en tan sólo ocho minutos, acabó con el sueño gallego. Ya veo a Florentino Pérez contratando a Berlusconi para que sustituya a Queiroz la temporada que viene. O a Valdano. O a los dos, quién sabe. Porque Berlusconi no sólo se ha mostrado como un gran estratega, sino también como un extraordinario director deportivo; él fue quien puso en funcionamiento el Milan Lab, un moderno centro de investigación dirigido por Daniele Tognaccini, preparador físico del primer equipo.
 
Berlusconi fichó a Kaká y, contra viento y marea, a Cafú, el Donato del Calcio. O sea que Berlusconi sería el único oponente serio que podría salirle a Florentino si el primero se propusiera competir por la presidencia del Real Madrid. Don Silvio es como una de esas navajas multiuso suizas que llevan de todo: preside, entrena, ficha y planifica. Y, en un equipo con una defensa formada por Cafú, Costacurta, Maldini y Pancaro, quizás tampoco desentonara como central. La mala noticia para el Real Madrid, que se vería las caras con los italianos sólo en la final, es que no veo cómo nadie pueda encontrarle resquicios ahora mismo a ese equipo; sólido atrás y letal arriba, el Milán es ahora mismo el gran favorito para ganar otra vez la Champions League. La buena noticia es que la final del 26 de mayo se disputará -salvo que la UEFA piense lo contrario- a un sólo partido. Y ahí sí tiene sus posibilidades intactas: talento por talento, sólo el equipo de Queiroz puede igualarse en Europa a este gran Milán. El mejor Valerón se deshizo en San Siro, pero no creo que eso le sucediera a Zidane, qué quieren que les diga. Cuestión de carácter.

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