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EDITORIAL

Retirada de tropas y convocatoria de elecciones

Trece de los dieciséis ministros del nuevo Gobierno socialista han tomado este lunes posesión de sus cargos. A excepción del vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, del titular de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y de la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, los miembros del Ejecutivo se incorporaron a sus respectivos despachos antes de la primera reunión del Consejo de ministros.
 
La primera decisión del Consejo de Ministros de Zapatero ha sido la de convocar las elecciones europeas para el próximo 13 de junio. De hecho ayer era el último día del plazo legal que tenía el nuevo presidente del Gobierno para hacerlo. El último Ejecutivo de Aznar tenía previsto celebrar un consejo de Ministros extraordinario el miércoles de la semana pasada, pero Zapatero exigió de forma tajante que fuera el Gobierno entrante quien aprobara ese decreto.
 
¿Nos tenemos aun que sorprender de las prisas de Zapatero por anunciar este domingo la inmediata retirada de las tropas de Irak? Nadie denunciará hoy que Bono ha faltado a la verdad en su comparecencia de este lunes al justificar la retirada de nuestras tropas señalando que “el Gobierno de España no dará la espalda a la ONU”, como si esa presencia de tropas españolas no hubieran tenido desde el primer momento el aval de Naciones Unidas. Pero lo interesante – lo interesantemente infame— es que esta afirmación de Bono de que el gobierno socialista “no dará la espalda” a sus aliados y a Naciones Unidas podrá ser utilizada en el futuro para justificar el regreso de las tropas en Irak, siempre —claro está— que sea después de las elecciones europeas y que sea Koffi Anan sea el que las reclame. Esperemos que Bush y sus aliados lo consigan como, desde hace unas semanas, empezaba a apuntarse.
 
Lo que debería estar claro -y no lo está- es que una mentira por otra mentira no harán verdad lo que nos está vendiendo y nos venderá el Partido Socialista y su batalladora compañía mediática. Aunque la alegría y el entusiasmo con la que acaban de recibir los terroristas islámicos de medio mundo la noticia de esta retirada, se tornasen en decepción con un hipotético y futuro regreso de tropas españolas a Irak, jamás olvidaremos cómo los terroristas islámicos y el Gobierno del PSOE están haciendo —aunque sólo sea hasta pasadas las europeas— uso conjunto de una misma estrategia.

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