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Juan Manuel Rodríguez

De Atahualpa Yupanqui a Jaime Ortí

Puestos a corregir, Jorge Valdano va a tener que corregir también ese silencio que se impusieron sobre el asunto arbitral cuando Florentino Pérez llegó a la presidencia del Real Madrid. Sí, porque la cosa está muy malita. Ahora que el Real Madrid vuelve a estar empatado a puntos con el Valencia arrecian por parte de nuestros "clásicos" las mismas diatribas de siempre, idénticos lugares comunes, las mismas acusaciones sin pruebas. E incluso Valdano tuvo que salir a la palestra tras la conclusión del partido de Mestalla para decir que estaba harto de milongas y que desde el partido Real Madrid-Valencia había muchas cosas de las que hablar.
 
Tres veces, tres, tuvo que preguntarle Javier Reyero a Emilio Butragueño para que éste admitiese que en el Real Madrid estaban empezando a estar cansados. Pero a Jaime Ortí no le pararon los pies en su momento, y ahora ­lanzado como está, e incluso poniéndose las pelucas que le lanzan desde la grada­­ - parece muy difícil que lo vayan a lograr.
 
Valdano dijo exactamente que estaba "harto de milongas". Me llamó la atención ­viniendo de un ciudadano argentino. A mi la que me gusta mucho es aquella que dice Eran las dos de la noche, y a tu puerta llegué ufano, con la bandurria en la mano... ¡Ay Cucú!... Pero no creo que se estuviera refiriendo a Atahualpa Yupanqui o Jorge Cafrune cuando dijo eso, sino a las excusas ("milongas", también) que volvían a llegar en oleadas desde Valencia.
 
Porque ahora el Real Madrid no sólo tiene la culpa de los errores arbitrales del estadio Vicente Calderón, sino de toda España, campo a campo y colegiado por colegiado. Tal es el poder de Florentino.
 
Tenía pensado no volver a discutir sobre el sexo de los ángeles, pero lo mío, como ocurre con el alacrán del cuento, debe ser una simple cuestión de carácter. Y aunque no me gustaría que algún lector de Libertad Digital extrajera la conclusión de que tengo algo contra el Valencia, tampoco es condición imprescindible que todo aquel que me lea esté de acuerdo conmigo.
 
El Valencia, los aficionados del Valencia y los futbolistas valencianistas tienen poco que ver con un presidente que dice un domingo sí y otro también que los títulos se compran y se venden en Madrid. También lo dijo hace un par de temporadas y luego la Liga la conquistó el Valencia... ¿Acaso también vino aquí él a comprarla? ¿A quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?... ¿Y por cuánto?... Si quiere tirar de la manta, que no espere veinte años como hizo Alfonso Cabeza. Y si no lo hace, que se calle de una vez. 

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