Iñaki Sáez acaba de facilitar la convocatoria de futbolistas para el partido amistoso contra Italia del próximo 28 de abril. Lo realmente novedoso de esta lista es que el seleccionador nacional haya afirmado que, salvo los "nuevos" Luis García y Manuel Pablo, el resto estarán seguro en la Eurocopa de Portugal. Tendríamos así, por lo tanto, diecisiete fijos; sólo faltarían cinco, de los cuales uno (presumiblemente Aranzubía del Athletic Club de Bilbao) sería el tercer portero de la selección por detrás de Casillas y Cañizares. Los otro cuatro puestos estarán reñidísimos hasta el último momento; sólo es necesario decir que de esta lista "semioficial" se ha vuelto a caer Joaquin y no está tampoco Reyes. Al bético se le agota el plazo, que ahora es sólo de cinco partidos de Liga, para demostrarle al seleccionador que se encuentra en plena forma.
Y entre los diecisiete seguros para la Eurocopa estará Fernando Morientes. Le acabo de preguntar a Sáez en concreto por el delantero del Mónaco, y lo cierto es que el hombre ha tenido que rendirse ante la evidencia. El "moro" está a punto de llevar a su equipo hasta la final de la Champions y lidera, por delante de consumados especialistas como Henry o el propio Ronaldo, el ranking de los máximos goleadores de la competición europea de clubes más importante. Incluso en el hipotético caso de que no le satisfaciera del todo, cuestión ésta que dudo, Sáez no podría hacer otra cosa que no fuera llevarse hasta Portugal al máximo goleador continental porque de lo contrario le estaríamos aseteando todos los días. No hay caso, y Fernando Morientes volverá a ser el "9" de España en una competición internacional.
Morientes se ha convertido en un "elemento peligroso". ¿Qué hacer con él? Florentino Pérez ya demostró en su día que no se casaba con nadie y que era capaz incluso de cortocircuitar esa presunta conexión que dicen que formaba con Raúl. Fue un golpe de autoridad del presidente madridista que ahora, en vista de que vuelve a primar la "clase media" para su proyecto, tendrá que reconsiderar. El gol vale mucho dinero en el fútbol español, y Morientes los hace como churros. Los hacía en el Zaragoza, los hizo en el Real Madrid, los consigue con España y ahora los vuelve a lograr con el Mónaco. Fue un error prescindir de él, y la misión de Valdano será convencerle ahora de las bondades de convertirse en el segundo delantero centro del club más importante del mundo. ¿Acaso el Real Madrid no puede permitirse el lujo de tener a un futbolista con su ficha en el banquillo?... Esa es una reflexión económica; ahora mismo la cruda realidad deportiva es que cuando Ronaldo se lesiona, Queiroz no se atreve a sacar a Portillo. ¿Cual de los dos es más caro?