Televisar el humo no es fácil. Es lo que está ocurriendo con el Fórum de las Culturas de Barcelona, que las cámaras se han dispuesto a transmitir lo que va a ocurrir durante 141 días en la capital condal, pero se encuentran con un acontecimiento gaseoso que no hay manera de que se preste a una alta definición.
El día de la ceremonia inaugural, a través de “La Primera” de TVE, pudimos ver un espectáculo de 20 minutos que lo mismo sirve para anunciar una competición deportiva, abrir un festival de teatro y danza en la calle o alegrar la vista en un parque temático. Fuegos de artificio reflejados en el remodelado puerto de S. Andrián del Besós, unos acróbatas que se suben a una estructura dinámica y poco más.
La tarjeta de presentación del Fórum, que contó con la presencia de la familia real, era el más vivo ejemplo de la repetición de un espectáculo heredero de la “Fura del Baus” y reciclado para consumo masivo. Ambiente entre tribal y de futurismo posnuclear y caras pintarrajeadas con mirada apocalíptica.
Los cronistas del espectáculo se hacían eco de su carácter simbólico, aunque lo único que se percibía eran las dificultades para sacarle punta a tanto humo. Nada más concluir la inauguración, “Informe Semanal”, que ya ha despedido a Baltasar Magro y puesto en su lugar a Alicia G. Montano, abordó el objetivo urbanístico de esta convocatoria. El reportaje tuvo voces críticas con el Fórum, aunque no llegó a ser una información de denuncia. Todo el mundo entiende lo que significa para una ciudad montar un “sarao” costosísimo para que su nombre siga estando en los mapas del turismo cultural y de recreo, y lo perdona, pero otra cosa es que, ni siquiera este aspecto de urbanizar y crear equipamientos en una zona marginal haya sido un modelo de regeneración de una zona que pase a los anales de la historia de la arquitectura.