Menú
Pablo Molina

Humillar a terroristas y degollar inocentes

Cuando ocurren sucesos como los que tuvieron lugar en la prisión iraquí de Abu Ghraib, inevitablemente los medios de comunicación (geográficamente) occidentales sacan la artillería pesada anti-americana con el fervor sectario al que nos tienen acostumbrados. Por ello, resulta higiénicamente necesario situar los hechos en su contexto y destacar varias cuestiones básicas.
 
1.- Los abusos en la prisión de Abu Ghraib han sido sacados a la luz por el ejército norteamericano. No por la CNN, ni por la CBS, ni por ningún otro medio de comunicación hablado o escrito.
 
2.- En cuanto los hechos fueron conocidos se pusieron en marcha los resortes necesarios para juzgar y castigar a los culpables. El propio Presidente norteamericano ha reconocido los abusos y ha pedido públicas disculpas al pueblo iraquí por ello.
 
Lejos de la flagelación inmisericorde que los medios (geográficamente) occidentales aplican sobre nuestras conciencias de pueblo libre, muchos ciudadanos árabes valoran lo sucedido de forma completamente distinta. Sirvan como muestra este par de reflexiones enviadas a la sección que la emisión árabe de la BBC destina a los comentarios de sus lectores árabes sobre los asuntos de mayor actualidad.
 
Gracias (Presidente Bush) por su disculpa acerca de los abusos cometidos con los prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib. Yo creo que esos criminales que fueron responsables de las matanzas masivas en mi país (y que ahora están en las celdas de sus cárceles) deberían también disculparse por sus masacres contra el pueblo iraquí. Imad Al-Sa’ad.
 
Quien lea las reacciones de los iraquíes verá cuánto les ha sorprendido la forma en la que los americanos pueden probar que los años bajo el régimen de Sadam y su propaganda americana puede ser destrozados al mismo tiempo; Aquí tenemos al presidente de la primera nación de la tierra, disculpándose por lo que hizo un pequeño grupo de soldados pervertidos. Y aquí se ha comprobado que la prensa americana es libre para mostrar la verdad. Nosotros vivimos escenas similares durante años hasta que este tipo de actos se convirtieron en algo cotidiano en todas nuestras prisiones, y nunca vimos a un periódico árabe sacar nada de esto a la luz. Esas son lecciones de la cultura occidental que penetran en los corazones de los árabes, tanto si les gusta a sus líderes como si no. Sa’eed (Diwaniya/Irak).
 
Thomas Sowell, por su parte añade: “Cuando nuestras tropas están poniendo su vida en peligro por este país, a miles de kilómetros de distancia, seguramente no sea demasiado pedir al resto que nos hemos quedado en casa que actuemos como adultos y pongamos las cosas en perspectiva —incluso en año electoral. Esto incluye a los medios. En ocasiones, el cuarto poder parece más una quinta columna. La historia de lo que ocurrió en la prisión de Abu Ghraib fue comunicada por las autoridades militares norteamericanas hace meses. Esto no es lo que los medios han divulgado. Lo que los medios hicieron, irresponsablemente, fue enviar fotografías incendiarias a todo el mundo. La CNN tuvo paciencia para retener información sobre las peores atrocidades cometidas durante el régimen de Sadam Husein por miedo a que su delegación en Bagdad fuera cerrada. Aparentemente, esto era más importante que la guerra en Irak. (...) Si esas mismas fotos hubieran sido difundidas un poco más adelante, después de que esas responsabilidades hubieran sido juzgadas y castigadas por los tribunales militares, se hubiera presentado una imagen diferente y las autoridades militares no hubieran estado presionadas para determinar con precisión el grado de culpabilidad”.
 
Además, es muy posible que lo ocurrido haya tenido un efecto inesperado en las calles de los países musulmanes. “Ustedes no piensan como un árabe. El ciudadano árabe de a pie y sus líderes no confían demasiado en lo que decimos. Ellos sólo ven lo que hacemos. No habría ninguna diferencia si Bush se disculpara formalmente y enviara un ramo de flores a cada detenido. La calle seguiría viéndolo como una hipocresía, una distracción de su política real. No. Yo sugiero algo más. Y es que los árabes de a pie y especialmente “la resistencia” ha tomado esas fotos como un mensaje que no queríamos enviar, pero que golpea su miedo en lo más hondo de su corazón. Un mensaje de puro poder y dominación. La posición sumisa de ese aguerrido hombre iraquí bajo los tacones de una MUJER (y encima una mujer relativamente pequeña) y sujeto por una correa, les envía un mensaje poderoso. (...) ¿Ha notado alguien que esta semana paseábamos en Nayaf virtualmente sin oposición?. Al-Sadr no hizo nada. ¿Ha notado alguien que Faluya está tranquila?.(...) Quizá debamos empezar a pensar como el enemigo”.
 
El Comandante en Jefe del ejército norteamericano y Presidente de la República ha pedido públicas disculpas al pueblo musulmán por estos casos de sevicia hacia los prisioneros iraquíes. Ningún líder árabe o musulmán ha hecho nada parecido tras la mutilación, el ultraje y la cremación pública de cuatro soldados norteamericanos. Seguimos esperando también algo parecido a una disculpa, siquiera una tímida condena, de los representantes de la “religión de la paz” por el degollamiento público —por cierto siguiendo el rito de la sagrada yihad contra los infieles establecido en el Siglo VII— del ciudadano norteamericano Nick Berg. A pesar del escándalo que esta afirmación suscita siempre en el alma progre, he aquí un ejemplo más de la superioridad moral de occidente frente a sus enemigos.

En Tecnociencia

    0
    comentarios