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Ignacio Villa

Rajoy toma el mando

La petición formal que Mariano Rajoy ha realizado este viernes le permite coger de lleno la iniciativa política. El secretario general del PP, al anunciar que ha solicitado una entrevista con el presidente Zapatero, retoma el pulso político en una cuestión capital. Esta semana que termina se puede considerar que ha sido una semana clave en la estrategia política del Partido Popular. Primero fue en el Senado y luego en la Interparlamentaria; la dirección de los populares ha decidido pasar al ataque en un terreno peligroso y espinoso. Rajoy no ha cambiado de opinión sobre las reformas constitucionales, pero ha actuado con inteligencia. Zapatero necesita del PP para cualquier mínima reforma constitucional, por lo que parece más rentable para los populares coger la sartén por el mango que mantenerse en una trinchera a la contra.
 
Mariano Rajoy ha abierto la puerta para el diálogo con el presidente Zapatero, y de esta forma desmonta uno de los argumentos más rastreros que los socialistas han utilizado estos últimos meses: la soledad del PP. Disposición para hablar, mientras que al mismo tiempo desde la dirección popular se recuerda que son los socialistas los que quieren entrar en una dinámica reformista. Los populares siguen pensando que esas iniciativas son innecesarias en su conjunto, pero que ante la insistencia del Gobierno, el PP es el único capaz de poner sentido común entre tanto oportunismo e hipoteca.
 
El secretario general del PP, sin cambiar de opinión, en el fondo, ha dado un giro en su estrategia. Rajoy ha movido ficha con inteligencia. Rompe con los ataques de aislamiento, retoma la iniciativa en algo políticamente crucial y se lanza a marcar la agenda política. Mariano Rajoy con esta decisión rompe el paso del Ejecutivo. Después del golpe, viene ahora lo más complicado. Rajoy deberá gestionar y utilizar con inteligencia esta decisión. Desde luego, la primera partida la ha ganado. Es él, quien ha pedido visitar La Moncloa para abordar la cuestión. El PP deja de ser "el coco", recupera la iniciativa y se erige en el dueño del sentido común. Rajoy comienza a hacer su política. Rajoy coge el mando.
 

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