El PSOE prometió la creación de una Ministerio de la Vivienda para acometer la creación de 180.000 viviendas al año. En lo poco que lleva ZP en el Gobierno, lo único que ha hecho hasta ahora es crear el Ministerio. Ahora quedan por construir las viviendas.
La super-ministra de Vivienda, quizá un tanto preocupada por el compromiso adquirido en las elecciones, ha matizado tanto que ha acabado por desdecir al propio Zapatero. De acuerdo con la ministra, el compromiso electoral no es tanto crear 180.000 viviendas sino realizar “actuaciones” en materia de construcción, urbanización, rehabilitación y compra.
Para la gente común, la Ministra está reconociendo que el Ministerio no sirve para nada y que no puede hacer lo que promete. Sobran los motivos. Por un lado, el Gobierno es ineficaz en la producción de cualquier bien. Por otro, el Ministerio no puede ejercer competencias en materia de suelo porque están cedidas a las Comunidades Autónomas.
Es preciso que nos quede claro una cosa. El ministerio de Vivienda es un timo propio de trileros, una tomadura de pelo en toda regla. Sólo servirá para que el PP le recuerde al Gobierno su eficacia en esta materia. Si ZP sigue prometiendo lo imposible, se acabará pareciendo a Felipe, que empezó a gobernar con una promesa de crear 800.000 puestos de trabajo y acabó destruyendo empleo.