Sólo espero que la comisión elegida por Ángel Villar para proponer a la persona que sustituya a Iñaki Sáez al frente de la selección nacional de fútbol no trate de ser excesivamente original o divertida. En las últimas horas se ha abierto tanto el abanico que han sonado algunos nombres ciertamente surrealistas, y nuestro equipo nacional no está ahora mismo para sustos. Yo creo que uno puede acceder al banquillo de la selección por varios caminos: después de haber sido un futbolista con una trayectoria profesional muy importante (como fueron los casos de Luis Suárez o José Antonio Camacho) o bien tras haber constatado éxitos como entrenador de clubes (el ejemplo más claro fue el de Javier Clemente con la Liga del Athletic Club de Bilbao).
Lógicamente, lo ideal es reunir en una misma persona ambas características; o lo que es lo mismo: gran futbolista y buen entrenador. Miguel Muñoz es el ejemplo más claro de esto último que digo, y además él fue curiosamente el último seleccionador que consiguió un éxito importante con aquel subcampeonato obtenido en la Eurocopa de 1984. En su momento nadie discutió a Muñoz, Suárez, Camacho o Clemente, pero el tiempo, su comportamiento personal y, sobre todo, los resultados obtenidos pusieron a cada uno en su sitio. Es innegable que el puesto de seleccionador "quema" mucho; unos lo supieron ver y otros no quisieron darse ni cuenta de ello convirtiendo su permanencia en una cuestión de Estado.
En este momento sólo veo tres personas que puedan ocupar el banquillo español sin que se produzca un debate inmediato en la calle, y los tres tienen un contrato en vigor con sus respectivos clubes: Javier Irureta, Vicente del Bosque y Luis Aragonés. Los tres fueron futbolistas internacionales y son entrenadores de éxito. La única duda que me surge a propósito del entrenador del Mallorca es su carácter, pero Luis lleva muchos años entrenando y resulta innegable que conoce el oficio. Sin embargo, yo me inclinaría por Irureta -curiosamente él no ha "sonado"- o Del Bosque. En cualquiera de los casos (y no sólo en el de Luis) la Federación tendría que negociar con sus respectivos equipos. El impedimento que veo en el caso de Del Bosque es el "pastón" que le van a pagar en Turquía, nada más.