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Rubén Loza Aguerrebere

Elecciones en Uruguay

Con no pocas sorpresas se realizaron el domingo las elecciones primarias en Uruguay, paso inicial hacia las elecciones generales (presidente y cuerpos legislativos) del próximo octubre. Eventualmente, podría haber una segunda vuelta en noviembre. Los tres candidatos serán Jorge Larrañaga por el liberal Partido Nacional o Blanco, Guillermo Stirling por el socialdemócrata Partido Colorado (los dos partidos fundacionales de nuestro país) y Tabaré Vázquez, por el conglomerado de largo nombre, Frente Amplio/Espacio Progresista/Nueva Mayoría, donde cohabitan socialistas (que aquí son márxistas), el partido comunista, los ex guerrilleros Tupamaros (reunidos bajo la sigla MPP) así como políticos (menores) escindidos de los partidos tradicionales.
 
Todas las encuestas indicaban que el conglomerado de izquierdistas se llevaría entre el 49 y el 50% de los votos de estas elecciones primarias, en las que votaron poco más del 45% de los uruguayos. La agrupación de izquierdas ya tenía elegida la fórmula presidencial, repitiendo el candidato de las pasadas elecciones nacionales, por lo cual fue una elección virtual. Se señalaba, asimismo, que el liberal Partido Nacional obtendría un 29% o 30% de los votantes. Aquí competían el ex presidente Luis Alberto Lacalle y el senador y ex gobernador de la histórica ciudad de Paysandú (al oeste de Uruguay) Jorge Larrañaga. Mientras que el gobernante Partido Colorado, al que se otorgaba un escasísimo e irreversible 14% de los votantes, postulaba al ex Ministro del Interior, Guillermo Stirling, y varios candidatos menos notorios. El actual presidente Jorge Batlle, del Partido Colorado, ganó las elecciones frente a la izquierda, en la segunda vuelta, en el 2000, contando con la adhesión de los votantes del liberal partido Blanco.
 
Esta vez, se estimaba que los dos partidos tradicionales, sumados, no alcanzarían en estas primarias (a las que se ha dado alto valor simbólico, con vistas a las generales de octubre) los porcentajes, elevadísimos, que las empresas encuestadoras concedían a la izquierda uruguaya. Este conglomerado político, con los labios untados de miel, invitaba en sus actos al cambio, sus dirigentes visitaron a Kirchner y tejieron lazos de con Lula da Silva, así como prometieron reiniciar relaciones con Cuba, en tanto se mantendría más estrechas vinculaciones relación con el presidente Hugo Chávez.
 
Pero, he ahí que de la mitad del Uruguay que se decía que votaría a la izquierda, lo hizo muchos menos, de la misma manera que a los partidos tradicionales los votaron más ciudadanos de lo esperado. La extraordinaria sorpresa fue la elección primaria del Partido liberal Blanco o Nacional, que (primera estimación de los sufragios) perdió por sólo 1,9% ante el conglomerado izquierdista, es decir, poco más de 19 mil votos. Mientras que los Colorados llegaron al 15% de los votantes. Los números fueron: 43,1% para la izquierda; 41,2 para los Blancos y 14,9% para los Colorados. En caso de ballotage, como en la pasada elección, ambos partidos tradicionales unidos llevarían una notable ventaja a la izquierda.
 
Escogidos los tres candidatos presidenciales (un abogado, Larrañaga, a quien acompañará, acaba de saberse, como vicepresidente, el ex canciller Sergio Abreu, considerado el arquitecto del Mercosur; un notario, Stirling; y un médico, Vázquez) se avecinan meses de intensa actividad proselitista, en un panorama ahora muy diferente e incierto.

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