Menú
GEES

Sin orden ni concierto

Hoy sí, mañana no. Hoy vamos a Afganistán, pasado no. Hoy enviamos un destacamento menor, quién sabe si dentro de unos días decidimos que sea mayor.
 
Los ministros de Exteriores y Defensa, después de semanas de jugar a marearnos, han tenido la deferencia de desvelar el enigma y comunicarnos que finalmente se desplazará a Afganistán un contingente de entorno a mil hombres, con la firme voluntad de colaborar en el proceso electoral que, con gran dificultad, se está intentando poner en marcha en aquel país.
 
¿A qué se debe tal decisión? A un compromiso en la defensa de los derechos humanos enmarcada en una Resolución del Consejo de Seguridad. Es decir, que en la visión de nuestros socialistas los iraquíes carecen de derechos humanos y que la Resolución aprobada por el delegado español en el Consejo de Seguridad, en la que se invita a los estados miembros a colaborar en la reconstrucción de Irak y se pide explícitamente el envío de tropas (sic), son virtuales, una ilusión de los sentidos.
 
El Gobierno se decidió, pero sigue careciendo de una política que fundamente sus actos. Es todo un ejercicio de gestos y maniobras, actuaciones en el corto plazo fruto del oportunismo y de la improvisación. Poco a poco van comprobando los efectos de su brillante retirada de Irak y tratan de moderarlos. Ya saben que con Kerry las relaciones no cambiarían mucho y que las letras irán llegando una a una. De los europeos no pueden esperar mucho, porque no han mostrado la menor solidaridad con su valiente maniobra y han pasado a no considerarlos.
 
Repitieron hasta la saciedad que estaban comprometidos en la lucha contra el terrorismo, pero que rechazaban la guerra de Irak. Tanto republicanos como demócratas les exigieron reforzar el flanco afgano y ahora se apresuran a mostrar su compromiso, el que Bono no hace tanto descartaba por innecesario. Están viendo las orejas al lobo y hasta El País pide más, un contingente aun mayor para despejar dudas y tender puentes.
 
La decisión es positiva y sólo puede tener efectos beneficiosos, pero el proceso seguido pone de manifiesto lo peor de este gobierno, su falta de consistencia programática y su descarado populismo, características que continuarán restando prestigio a España en la escena internacional.

En España

    0
    comentarios