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Amando de Miguel

Correcciones fraternales

Hablaba yo aquí del dicho “En hablando del ruin de Roma, en seguida asoma”. Hay alguna otra versión, como la de sustituir el “ruin” por el “Rey”. Decía yo que no me sonaba mucho eso del “Rey de Roma”. La de reprimendas que me han caído de los puntillosos lectores. Tienen toda la razón. Ha habido reyes en Roma, en la clásica (Tarquino el Soberbio) y en la derivada de las guerras napoleónicas. Pero reconocerán conmigo que no es corriente identificar los nombres de esos raros reyes romanos. En fin, gracias por la corrección fraternal a Roberto Álvarez (Barcelona). Me la reitera Jorge Romance. También son muchos los que me recuerdan los nombres clásicos (parricidio, fratricidio, uxoricidio) para no tener que recurrir a “violencia doméstica”. Por ejemplo, esa es la tesis de Juan Emilio Bru (de Agullert, Valencia). Bien, pero no hay un término para matar a cualquier miembro de la familia y, sobre todo, no solo matar es delito. Basta con forzar, amenazar, violentar, golpear, etc. Así pues, lo de “violencia doméstica” no está mal. Lo de “violencia de género” es muy restrictivo, puesto que resulta execrable que un hijo no visite a su padre anciano, y ahí no hay homicidio (directo) ni diferencia de género.
 
Más correcciones de mis errores y erratas. Fina Sánchez me señala que Taipéi y Taiwán llevan acento. Yo he hurtado la tilde, quizá por el respeto que me dan los nombres extranjeros. Pero tiene razón, aunque los chinos (o los formosanos) no tengan acentos, nosotros sí. Pero no estoy seguro si habría que escribir Wáshington. En cambio, sí ponemos París y Japón. No sé, me parece que estamos ante otro de esos casos de ambivalencia gramatical que a mí tanto me gustan.
 
Fernando Domínguez Reboiras considera que la exclamación “¡faltaría más!” no le parece lógica ni correcta. En su lugar, propone que se diga “¡No faltaría más!”. La verdad es que, como tales exclamaciones, ambas pueden valer, y realmente valen. Quizá el “solo faltaba” o el “no faltaría más” se utilicen más por escrito, aunque casi siempre en un tono coloquial. En cambio el “faltaría más”, con un aire un poco castizo, es más del lenguaje oral. Pero un rasgo peculiar del idioma español es que con frecuencia no se distingue mucho el lenguaje oral del escrito. Aquí todos somos muy llanos; faltaría más.
 
No es una reconvención, pero podría serlo. Marcos de Pablo Lucas (Burgos) me indica la confusión entre la fórmula “si me dieras…” por “si me darías…”. Está claro que la primera opción es la correcta, aunque se oye mucho la segunda. El “si me darías…” es un vasquismo muy simpático. Yo a veces la meto en el habla, por el jus soli que me da haber vivido todo el bachillerato en San Sebastián. Pero está mal dicho. Tampoco es de recibo el “España hubiese podido ganar ayer” en lugar del correcto “España habría podido…”. Mi corresponsal acierta en señalar ese error tan común de los titulares periodísticos.
 

Víctor Hinojosa (Teruel) me pide una aclaración. ¿Cómo se dice: expresidente, ex-presidente, ex-Presidente o ex presidente? Me quedo con estas dos: expresidente y ex presidente. Yo utilizo ambas, quizá por ignorancia. Tratándose de cargos, parece mejor separar el prefijo. En otros casos conviene más juntarlo. Por ejemplo exfumador. Los diccionarios recientes introducen ya el “ex” como sustantivo. Pero el plural tendría que ser “los exes”, que suena divinamente.

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