Menú
Alberto Recarte

La miseria de los tecnócratas del PSOE

Tras escuchar a Solbes después del último Consejo de Ministros, es más fácil explicarse la mala prensa de los tecnócratas, que siempre terminan por escudarse en regulaciones legales y datos escogidos para evitar la –para ellos– penosa tarea de decir que están haciendo política. Y las más de las veces no sólo hacen política de la mala, sino que mienten. Un ejemplo de lo que digo son las conclusiones de dicha comparecencia en la que se afirma que para 2004 hay 6.000 millones más de gasto de lo que preveían los presupuestos elaborados por el PP. Pero se pueden sacar otras conclusiones:
 
1. No se ha atrevido a revisar las cifras de 2003. ¿Será por su responsabilidad en Eurostat? Por supuesto; y también por la opinión de la Comisión europea sobre el Programa de Estabilidad presentado por el gobierno del PP para 2003 y 2004.
 
2. Ni una palabra sobre recaudación, que parece ir mejor de lo previsto, conservadoramente, por el PP. Esa era, precisamente, la opinión de la Comisión europea en el mes de febrero de 2004, con Solbes como Comisario económico. El Presupuesto no sólo les parecía realista; lo calificaban de excesivamente conservador.
 
3. En el presupuesto para 2004 hay 2.400 millones para contingencias, para atender necesidades imprevistas. Y, sorprendentemente, nada de lo que dicen que es mayor gasto se carga contra esa partida. ¿En qué se las han gastado?
 
4. Como temíamos, ni una palabra del déficit autorizado a Cataluña. Ese no se cuenta: pero es déficit auténtico.
 
5. El gasto que supone el aval por la cuarta parte del crédito a Argentina, que tuvo una cuantía de 1.000 millones de euros no se podía calcular (por cierto, en la tertulia de la COPE me referí a este crédito, equivocadamente, como tipo FAD). Nadie podía, ni debía, prever que Argentina iba a incumplir sus obligaciones con el estado español. De hecho, se está negociando en estos momentos estas deudas a través del Fondo Monetario Internacional.
 
6. Ni una palabra sobre su derogación de la ley ferroviaria, donde se abordaba la distinción entre infraestructura y material rodante.
 
7. Los déficits de RTVE ya se contabilizaron como gasto público en 2003.
 
De esta hojarasca, de esta confusión provocada, de ese conjunto de equivocaciones y mentiras resulta claro que han perdido el control del gasto público. Porque todavía no han contabilizado los grandes gastos políticos que nos han anunciado: en particular, el coste de la subida de pensiones, el de la subida del salario mínimo, el de las subvenciones para arrendadores y arrendatarios, el coste de paralizar el plan hidrológico nacional y los menores ingresos para nuestra agricultura procedentes de la Unión Europea, en gran parte por la mala negociación, resultante, a su vez, de no saber idiomas.
 
Estamos viviendo unos cien primeros días espeluznantes, que han obligado a que entren en escena los tecnócratas, el último recurso al que acuden los políticos cuando quieren ocultar el daño de su gestión.
 

En Libre Mercado

    0
    comentarios