Todo parece indicar que el PSOE, como en 1982 y según lo previsto, está comprendiendo la necesidad de echar al olvido su antiamericanismo y que está tratando de preparar el terreno para poder hacerlo sin que se le note en exceso. La campaña contra el ex Presidente Aznar con motivo de la concesión de una distinción por parte del Congreso de los Estados Unidos, no está destinada sólo a demoler la imagen que la opinión pública guarda de él -mayoritariamente grata-, sino, principalmente, a negarle una relación privilegiada con las instituciones norteamericanas, a quebrar la asociación entre Aznar, el PP y EE.UU que cualquier español tiene hoy en la cabeza.
Ya lo ha dicho algún destacado miembro del partido del gobierno: Aznar no tiene amigos sinceros en EE.UU, sino que compró la cercanía de Bush, Powell y los demás a golpe de talonario, y luego se vino a España a presumir de aquello de lo que en realidad carecía. Ahora –se dice-, como tantas veces, los guardianes de la libertad nos han abierto los ojos y nos han mostrado lo que oculta la gran farsa montada por el PP.
El asunto de la medalla está encaminado a hacer posible un giro de la política exterior socialista que aproxime al gobierno de Zapatero a los Estados Unidos, pero sin dar la impresión de que se habla con los amigos de Aznar (y , por supuesto, a oscurecer el desarrollo de la Comisión sobre el 11-M). Acercarse a un país que condecora a Aznar sinceramente es demasiado para el PSOE. Si al menos la medalla fuera falsa... Si el PSOE se empeña en desacreditar a Aznar, aun habiendo dejado de ser candidato a la Presidencia del Gobierno, es simplemente por una razón: para poder ocupar los espacios que él y el PP ocupan, los únicos que realmente existen para cualquier gobierno, y los mismos que el PSOE abandonó voluntariamente cuando emprendió la expedición que le ha llevado a conquistar el territorio de la extrema izquierda.
El problema es que el PSOE parece no haber advertido que al afirmar que Aznar compró la medalla del Congreso, está afirmando que el Congreso de Estados Unidos está en venta. Mal comienzo.