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Rubén Loza Aguerrebere

André Breton, entre piqueteros y políticos uruguayos

En mi anterior carta ultramarina daba cuenta del violento episodio protagonizado por los Piqueteros, quienes por horas, y con violencia extraordinaria, rodearon la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires. La onda expansiva de aquel episodio, que llevara al presidente Kirchner a destituir al Jefe de la Policía (porque le dio expresas órdenes de que sus agentes no portaran armas, y el Jefe estableció un tercer vallado con agentes armados) sigue sacudiendo la Argentina. Ahora ha caído un Ministro. Se trata de Gustavo Beliz, el titular de la cartera de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.
 
Gustavo Beliz fue también Ministro en la presidencia de Carlos Menem (caras opuestas del peronismo, que ahora se está rearmando, y contra Kirchner), y cuando estaba fuera del gobierno, en el año 2000, acompañó al ex Ministro Cavallo en su postulación a Jefe del Gobierno de Buenos Aires.
 
Beliz fue, una vez destituido por Menem, uno de sus principales fustigadores. Desplazado por Kirchner, ha comenzado una tarea más o menos semejante a las pocas horas. Ya ha insinuado que antiguos policías podrían haber participado de aquellos desmanes “piqueteros” y ha comentado que su destitución fue el resultado de sus enfrentamientos al “aparato más oscuro de la Argentina, que es la SIDE” (inteligencia). Beliz no es un político dócil; hay quienes dicen que es un impiadoso enemigo... Ha sido reemplazado por Horacio Rosatti.
 
Mientras tanto, y como ya no falta nada, agrego una situación que aplaudiría André Breton: en una de las tantas revistas populares que se editan en Buenos Aires, posó de manera “sexy”, para decirlo con palabras de aquí, es decir, de manera muy sensual, la esposa de un líder piquetero, Roselli, trotskista y uno de los más carismáticos y violentos de ese movimiento, del cual hemos informado hasta cifras (del Estado) que manejan. El comentario del líder “piquetero” no fue menos insólito: dijo que su mujer “era guapa y que pondría envidiosas a las burguesas”. Y hasta aparecieron en un programa de los llamados humorísticos que se emite en Buenos Aires
 
Y una posdata del otro lado del Río ancho como mar. Dos grandes políticos de Uruguay, es decir, dos liberales auténticos, han sido desplazados, en sus propios partidos políticos. Uno, es el ex presidente por el Partido Blanco, Luis Alberto Lacalle, quien habiendo perdido las internas, no será siquiera senador. Esto ocurre precisamente cuando una encuesta ha señalado que la “época de oro” de Uruguay fue durante su presidencia (1990/95). El otro postergado es Alejandro Atchugarry, un destacado senador del Partido Colorado, quien fuera Ministro de Economía cuando la crisis sufrida por nuestro país (por arrastre de Argentina), desempeñándose en aquel cargo de manera por demás eficaz. Quizá no sea tampoco senador. ¡Qué difícil es ser un liberal auténtico, en cualquier lugar del mundo!

¿Qué más, por esta semana, señor Director?

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