Menú
Irwin M. Stelzer

El alza de precios del petróleo

Cuando Vladimir Putin amenazó cerrar a Yukos por una deuda fiscal de 3.400 millones de dólares, tras convertirse el principal accionista de la más grande empresa petrolera rusa en opositor del gobierno, los precios del petróleo alcanzaron su nivel más alto en 21 años. Pero Yukos produce 20% del petróleo ruso y al gobierno le sería muy costoso que dejara de exportar.
 
Temores en el mercado petrolero han hecho que el precio del barril pase de los 43 dólares. Rusia se ha convertido en el segundo mayor exportador de petróleo, tras la crecientemente inestable Arabia Saudita. Todas son buenas noticias para el candidato demócrata John Kerry: el alto precio del petróleo frena la recuperación económica, con la que cuenta el presidente George Bush para la creación de más empleos en los tres meses que faltan para las elecciones.
 
El alto costo del combustible afecta más a las clases media y baja, la gente que Kerry dice defender. Y la mera posibilidad del cierre de Yukos pone de nuevo en el tapete la dependencia de Estados Unidos en petróleo importado, lo cual Kerry al igual que todos los candidatos presidenciales desde Richard Nixon promete solucionar.
 
El menos informado de los analistas sabe que dejar de depender de petróleo importado es un objetivo inalcanzable para EEUU, pero en tiempo de elecciones se utiliza cualquier ventaja política posible.
 
Lo sucedido con Yukos es importante, más que por sus implicaciones políticas inmediatas que por lo que revela sobre el mercado petrolero a más largo plazo. La demanda por petróleo sigue aumentando rápidamente y los altos precios están incrementando marcadamente las ganancias de las grandes empresas petroleras. ExxonMobil acaba de hacer público que tuvo beneficios de casi 6 mil millones de dólares en el segundo trimestre, un récord histórico para cualquier empresa. Pero las petroleras no están aumentando sus exploraciones para conseguir nuevos campos petroleros.
 
Excluyendo a Rusia, la producción de BP, Shell y ChevronTexaco se está reduciendo, mientras que la de ExxonMobil se mantiene igual. Sólo la empresa petrolera francesa Total parece estar aumentando su producción en Africa y Asia.
 
El resultado del aumento de la demanda y la renuencia de las grandes empresas petroleras a invertir en exploración es la actual situación de oferta restringida. El presidente de la OPEP, Purnomo Yusgiantoro de Indonesia, de manera poco convincente, sigue diciendo que el cartel quiere reducir el precio del barril por debajo de 30 dólares. Pero el ministro petrolero venezolano, Rafael Ramírez, declaró a Reuters que “la mayoría de los países están alcanzando su límite de producción”.
 
Tras mis conversaciones con varios ejecutivos petroleros de diferentes países concluyo que la poca exploración de nuevos campos petroleros se debe a temores por un posible colapso en el precio como consecuencia de una caída de la demanda o de la paz en el Medio Oriente que rebajaría entre 7 y 10 dólares el precio actual, o que la OPEP aumente la producción para torpedear las inversiones en fuentes alternativas de energía.
 
Otro grave problema que ha surgido últimamente es la creciente inseguridad personal de los técnicos e ingenieros extranjeros que trabajan en países árabes.
 
La realidad actual es un incremento en la demanda petrolera que parece acelerarse, mientras escasean las inversiones para aumentar la producción. Eso apunta a precios más altos en el futuro y a una poderosa arma en manos de Kerry en contra del presidente Bush.
© AIPE
 
Irwin M. Stelser es Director de Estudios de Política Económica en el Instituto Hudson

En Internacional

    0
    comentarios