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Amando de Miguel

La lengua del imperio

Tenemos que convivir con el inglés dominante, la lingua franca de nuestro mundo. Lo mejor será adaptar las importaciones de ese idioma imperial a nuestras peculiaridades léxicas. Ana Manso sugiere que, cada vez que se introduzca una palabra inglesa sin traducir, la pongamos en cursiva. Así debe ser.
 
El divertido Fray Josepho publica en LD una de esas piezas satíricas que tanto gustan. Se titula “Pronunciación homosexual” y empieza así: Si a mí me pronuncian fray / con todas las de la ley / ¿Por qué cuando escriben gay / se empeñan en decir guey?”. Es evidente que se sigue la pronunciación inglesa para ese barbarismo de gay. Dado que el género abunda y es tan vocal, ¿por qué no decir gayo? Es palabra romance que significa lo mismo, por lo menos en su origen. Se podría sacar del armario arqueológico de las palabras.
 
Pablo Echenique Robba es informático y utiliza con naturalidad palabras como formatear, downloader o testear. Por cierto, lo de testar “no le gusta un pelo”. En cambio, lo de verse envuelto (to be involved en inglés) no lo ve claro. Prefiere “verse implicado”. Podríamos aceptar también “sentirse involucrado”. Pero, efectivamente, uno no se ve envuelto a no ser que sea un pescado de pescadería o cosa parecida.
 
El inglés es tan dominante que en España utilizamos palabras inglesas que ni los mismos habitantes de Inglaterra las manejan. Así, por ejemplo, Miguel Molinero Manchester ─residente en Inglaterra─ señala que en esas tierras no se utilizan palabras como slip (prenda interior masculina) o playback (simular que se canta en directo). No, si todavía tendremos que enseñar inglés a los ingleses.
 
Gonzalo Días critica el término “de color” como un eufemismo para no tener que decir “negro”, referido a la raza de una persona. Él sostiene que “el eufemismo coloured surgió en USA hace unos veinticinco años”. Nada de eso. En primer lugar, en los Estados Unidos siempre se dijo colored, pero es un término que se introdujo hacia 1820. Los esclavos que se emancipaban solían llamarse con orgullo free man of color o bien free woman of color. A partir de la Guerra Civil (1865) la palabra black (negro) se consideró propia de la esclavitud, prefiriendo los negros las palabras colored o negro. En 1909 se crea la National Associaton for the Advancement of Colored People, un movimiento de apoyo a los negros, indios nativos, orientales y mexicanos. Hasta 1940 el Censo norteamericano clasificaba a los mexicanos como colored. En los años 60 los términos negro y colored empezaron a ser sustituidos por black y los correspondientes gentilicios para los demás conjuntos étnicos (hispanos, indios, orientales, etc.). La calificación de negro (escrito en español) se ha considerado casi siempre en los Estados Unidos con un sentido paternalista o protector. Por cierto, todos esos términos raciales se suelen escribir con mayúscula, como si fueran gentilicios.
 
Jesús María Ruíz-Ayúcar se siente molesto por la expresión de que “Fulano gusta de sonreír”, cuando lo correcto sería “A Fulano le gusta sonreír”. Sí, señor; es así. La incorrección procede del inglés mal traducido.
 
Álvaro Esquivias Quesada (Sevilla) se desespera con esa muletilla que tanto ayuda a los hombres públicos: de alguna manera. Realmente es un comodín que no significa nada. Se introduce en el discurso o la conversación para alargar las frases. De esa forma se sacan fracciones de segundo para pensar lo que se va a decir. Como tantas otras costumbres léxicas, esta viene del inglés. El inglés, como el latín, es un idioma sincopado, sintético. Mientras se habla, queda poco tiempo para pensar. Los romanos lo arreglaban con frases hechas. Los angloparlantes recurren a muletillas que son como alargaderas de las frases. Una de esas es de alguna manera. Otra, por así decirlo. Recuerdo a mi maestro Daniel Bell. Hablaba tan deprisa y tenía tal torrente de ideas que continuamente tenía que recurrir a esas muletillas para poder pensar. Pero el español es un idioma pausado, retórico. No necesitamos esas alargaderas, que por tanto resultan odiosas.
 
 

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