No creo que conozcamos hasta febrero o marzo de 2005 el alcance exacto de la precipitada huida de José Antonio Camacho, pero este Real Madrid es un equipo sin identidad. Zidane no es Zidane. Ronaldo tampoco es Ronaldo. Y Raúl no era Raúl hasta hace muy poco, aunque ahora se parece mucho más a sí mismo. Este equipo de los cuatro Balones de Oro y los cincuenta millones de euros de beneficio arrolló al Deportivo de La Coruña como lo habría hecho el Athletic de Bilbao, con balones a la olla de la desesperación, tratando de llegar a la portería de Molina como lo hacían Isidro y Poli Rincón, por las bravas y por arriba, y no por abajo y tocando, raseando el balón y abriendo el campo. Así el Real Madrid habría hecho mucho más daño al Dépor del que finalmente le hizo.
El partido del Madrid me recordó mucho a aquellos que protagonizara la Real Sociedad en el estadio Santiago Bernabéu. Los merengues volcados sobre la portería de Arconada, y López Ufarte o Satrústegui, en un rápido contragolpe, logrando un solitario y definitivo gol, el de la victoria donostiarra. El Deportivo se replegó y, sabedor de que el Real Madrid repetía en cada jugada -con tesón, eso sí- idéntico trayecto, supo que el partido sería suyo si no cometía un error de bulto en defensa.
Y aunque el Madrid de los "galácticos" jugó como lo haría el Madrid de los García, sí hay que reconocer que experimentó una mejoría con respecto al Madrid que no jugaba absolutamente a nada. Escribe Roberto Palomar en la contraportada del diarioMarcalo siguiente sobre Camacho: "Se plantó en Las Ventas y aguantó la corrida entera. Lo normal es que se hubiera ido en el tercer toro". La pregunta ahora mismo es si los futbolistas del Real Madrid aguantarán la corrida entera (dicen que "hasta el rabo todo es toro") o se marcharán a Hollywood a estudiar cine con el hijo de su "ex". ¿Qué hizo el Real Madrid durante los meses de mayo, junio, julio y agosto? ¿A qué jugó? Como diría Groucho Marx, "de la nada han llegado a la más absoluta de las miserias". O lo que es lo mismo: los "galácticos" jugando como el "Madrid de los García".